Foto: Roy Leyra | CN360
Texto: Hugo León
El jueves 4 de agosto, el Estado cubano comenzó a adquirir dólares a un tipo de cambio de 120 pesos cubanos. Una de las interrogantes que surgieron en el país fue si el costo de dicha divisa, así como el del MLC en el mercado informal, incrementaría. Solo seis días después, la respuesta parece ser clara: sí, al menos por ahora, ha aumentado.
En la fecha de hoy, 10 de agosto, el medio independiente El Toque, encargado de analizar y actualizar el costo de las monedas que circulan en el mercado informal cubano, reporta que el euro se comercializa a 128 pesos cubanos (CUP), el dólar americano (USD) cuesta 125 CUP y el MLC, incluso, supera a los anteriores con un precio de 129 CUP.
Estos datos se obtienen mediante el análisis de plataformas y sitios de compra-venta, y se pueden verificar al unirse a grupos con dicha finalidad en Facebook, WhatsApp o Telegram, por ejemplo.
A lo largo de varios meses, economistas cubanos han señalado que si los bancos y casas de cambio solo adquieren divisas pero no las venden, esto podría generar aún más inflación.
El mercado negro es ágil y los precios cambian más rápidamente que las decisiones gubernamentales. En este contexto, rige la ley de la oferta y la demanda, y ahora enfrenta a un nuevo competidor: el propio Estado.
El gobierno cubano ha dado el primer paso para la implementación de un nuevo mercado cambiario al permitir la compra de dólares en sus instituciones; sin embargo, todavía no vende estas divisas. Tampoco ha permitido a la población convertir euros o dólares en MLC, argumentando que es imposible operar con dicha moneda en transacciones internacionales.
Según la cúpula del país, la economía cubana comienza a mostrar señales de recuperación, aunque aún se encuentra por debajo de los niveles de 2018 y 2019. Las principales actividades económicas han dejado de caer, y se aprecia una recuperación en los ingresos en divisa, según el ministro de Economía, Alejandro Gil.
No obstante, estas señales no son perceptibles a simple vista para la población, que recibe su salario en una moneda que no le permite acceder a muchos bienes y productos básicos, al mismo tiempo que ve disminuido el poder adquisitivo de su salario a medida que aumentan los precios del MLC en el único mercado donde se encuentra disponible.