Foto: Roy Leyra | CN360
Como ya se ha vuelto costumbre, en la Mesa Redonda, la viceministra primera de Comercio Exterior, Ana Teresita González Fraga, junto a la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, anunciaron un paquete de medidas con el objetivo de abrir el comercio mayorista y minorista del país a inversores extranjeros.
En medio de la grave crisis económica del país, las restricciones de divisas para que las entidades estatales realicen actividades comerciales han provocado un desabastecimiento en el mercado interno de bienes y servicios muy demandados por la población y los productores no estatales, reconoció la propia viceministra de Comercio Exterior.
Frente a este contexto, nació la decisión de fomentar el desarrollo de negocios en todo el país para potenciar el comercio mayorista a través de la inversión extranjera. Recordemos que esta se ha centrado principalmente en la producción de bienes y servicios. Ahora la propuesta es crear entidades de inversión extranjera dedicadas a la comercialización en el mercado mayorista.
Otro acuerdo fue promover, de manera selectiva, la creación de empresas mixtas bajo la ley de inversión extranjera para realizar actividades de comercio minorista. En este sentido, se priorizarán países y socios que han permanecido en Cuba a pesar de las dificultades.
Estos negocios de inversión extranjera se destinarán, fundamentalmente, a la venta de materias primas, insumos, equipamientos y otros bienes que puedan ayudar a impulsar el desarrollo de la producción nacional.
Además, se enfocarán en el suministro de bienes terminados como productos alimenticios, artículos de aseo y líneas económicas, así como en la instalación de sistemas de generación de electricidad a partir de fuentes renovables.
La funcionaria destacó que el gobierno busca que “estas medidas tengan un impacto inmediato en los problemas de desabastecimiento y contribuyan a mejorar las ofertas en las tiendas en MLC y en moneda nacional”.
Esto incluye la autorización para ventas en MLC, destacando que la liquidez obtenida en el país por impuestos y otros ingresos asociados se destinará a estimular la producción nacional y al comercio en pesos cubanos para la población, principalmente.
Se aspira a que empresas extranjeras financien a empresas minoristas cubanas para que puedan producir, pues en la actualidad tienen la capacidad para hacerlo, pero están limitadas por la falta de financiamiento.
En este sentido, se aprobó el incremento del uso de consignaciones y, en menor medida, de la venta de mercancías bajo régimen de depósito aduanal para tener los bienes en el país. Además, se autorizará la importación y exportación de manera directa a ciertos actores económicos no estatales que generen bienes y servicios para exportación.
Asimismo, se permitirá la participación de empresas de capital completamente extranjero en el comercio mayorista, las cuales serán sometidas a una evaluación para asegurarse de que satisfagan las necesidades del país, priorizando aquellas que puedan suministrar insumos a los actores económicos y productos necesarios para la generación de bienes y servicios en el país.
Por su parte, la ministra de Comercio Interior reconoció que el comercio interior no ha sido un sector priorizado en el ámbito de la inversión extranjera, ya que los principales proyectos han estado dirigidos a la producción de bienes y servicios.