Foto: Roy Leyra | CN360
A pesar de su gran utilidad para los pasajeros, el tren que conecta Sancti Spíritus con La Habana se encuentra al borde de suspender nuevamente su itinerario, esta vez a causa de las pérdidas económicas que genera la Unidad Empresarial de Base (UEB) Ferrocarriles Sancti Spíritus.
Andrés Pérez Cruz, jefe de grupo comercial de dicha UEB, lleva la cuenta con detalle y reveló al sitio institucional Transporte Espirituano que en agosto, la operación del tren generó pérdidas cercanas a los 500,000 pesos.
“Esta situación nos ha llevado al límite y hace que el servicio sea insostenible en condiciones tan desfavorables”, argumentó Pérez Cruz, quien defiende el estado financiero de su empresa mientras ignora la perspectiva del cubano común, que cada día enfrenta menos opciones de transporte a precios asequibles, en este caso, solo 40 pesos.
El tren —conocido en Sancti Spíritus como El Habanero y en el resto de Cuba como El Espirituano— ha estado envuelto en múltiples polémicas en los últimos años debido a diversas razones: el mal estado de los vagones, las indisciplinas recurrentes de pasajeros y tripulación, y la repetida suspensión de un servicio que, aunque no cumple con las expectativas de confort para viajes tan largos, al menos brinda algo de alivio a una porción considerable de la población.
Habilitado a principios de julio para apoyar el transporte durante la temporada de verano, con una única salida semanal, El Espirituano también cubría una ruta a Cienfuegos que resultó ser la menos solicitada y que generó las mayores pérdidas para la empresa. Al finalizar la etapa estival, esa ruta fue cancelada.
El viaje entre Sancti Spíritus y La Habana, que también beneficia a las provincias intermedias, se mantendrá “por el momento”, un aviso de la Unión de Ferrocarriles de Cuba que actúa como un parche antes de que caiga la gotera, ya que aún no se ha decidido si se establecerá de manera fija o se detendrá, debido a los números rojos en su contabilidad.
Los directivos del sector señalan que entre las razones que asedian a la empresa se encuentran el alquiler de una locomotora a la entidad FerroAzúcar, el bajo precio del pasaje y el hecho de que parte de los ingresos no se quedan en Sancti Spíritus.
Además, la opinión pública suma a estos argumentos la falta de combustible, un problema conocido desde hace tiempo en Cuba, y la visión comercial con la que se valora actualmente este medio de transporte, que está a punto de detener sus operaciones, lo que perjudicaría al pueblo solo porque las cuentas no cuadran en las oficinas de los burócratas.