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Cuba conmemoró varios matrimonios entre personas del mismo sexo en los últimos días, tras la aprobación el 25 de septiembre y la entrada en vigor dos días después del Código de las Familias.
La primera unión reportada fue la de Alberto y José, quienes se dieron el «sí» de manera legal una semana después de la implementación del Código.
La pareja había estado junta durante 18 años y oficializó su matrimonio ante un notario en Manzanillo, provincia de Granma.
Unos días después, se informó sobre el enlace entre Evelín Rosales Cortina y Rocío Baró Guerra, quienes tras varios años de noviazgo, hicieron oficial su unión. “Hoy hicimos oficial lo que hace tiempo era cierto”, compartió Rocío Baró en su perfil de Facebook.
“Nos quedan todavía muchos sueños por cumplir y luchas por dar, pero por hoy somos súper felices”, añadió Baró.
En Ciego de Ávila, en la misma provincia, tuvo lugar este martes otra unión entre una pareja de mujeres después de 18 años de relación.
Según una publicación en Facebook, la notaría de dicho municipio celebró el “matrimonio igualitario de acuerdo con la Ley 156 de 2022 del Código de las Familias”, que “define los deberes y derechos de los contrayentes basados en el matrimonio” como “la unión voluntaria de dos personas con aptitud legal para ello, con el propósito de convivir sobre la base del afecto, el amor y el respeto”.
Numerosos usuarios manifestaron sus felicitaciones a estas parejas, destacando el amor como el aspecto primordial en las relaciones humanas, enfatizando que tiene la capacidad de superar cualquier obstáculo.
Antes de la celebración del referéndum que aprobó el Código de las Familias, y durante el periodo de debate que generó diversas polémicas, varias parejas del mismo sexo habían llevado a cabo uniones simbólicas.
Un ejemplo es el de Annery Rivera Velazco y Yennys Hernández Molina, quienes celebraron su matrimonio en la Iglesia de la Comunidad Metropolitana en Cuba, la única institución religiosa en la isla que realizó uniones simbólicas para parejas del mismo sexo.
El Código de las Familias, que reemplazó al de 1975, incluye demandas históricas de la comunidad LGBTIQ+ de Cuba; sin embargo, el matrimonio igualitario fue uno de los temas más controvertidos en las discusiones previas a su ratificación en las urnas.
Durante ese tiempo, hubo críticas y oposición de sectores conservadores de la sociedad cubana, así como de algunas instituciones religiosas, incluidas algunas iglesias cristianas.
Entre otros aspectos, el nuevo texto también prohíbe el matrimonio infantil, aborda la violencia de género y reconoce derechos que favorecen a niños, ancianos y personas con discapacidad.
Con su aprobación, Cuba se posiciona como el noveno país latinoamericano en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, junto a Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Uruguay y la mayoría de los estados de México.