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Cómo la sociedad civil cubana se unió para respaldar a una mujer trans
Fotos: RRSS
Menos de un mes después de que se iniciara la convocatoria en redes sociales, la singular recaudación que llevó a cabo la sociedad civil para adquirir una vivienda para la primera mujer trans de Sancti Spíritus dio resultados: con 400,000 pesos recaudados, Malú ahora es la nueva propietaria de un hogar gracias a la generosidad de sus compatriotas.
Eliesnel Valdivia, estilista y activista LGBTIQ+, hizo un llamado en sus redes sociales, al que se sumó rápidamente el poeta Esix Castañeda, administrador del grupo de Facebook “Te Aviso. Aquí Hay”, conocido por su experiencia en la gestión de la solidaridad tras la pandemia de covid.
En tan solo 24 horas, el grupo de Esix logró recolectar más de 50,000 pesos, cifra que fue creciendo hasta alcanzar los 400,000 pesos a través de diversas modalidades: transferencias bancarias a una tarjeta específica, donaciones en efectivo y aportaciones en MLC desde el extranjero.
Con el dinero recaudado y el objetivo de brindar un hogar digno a Malú, los líderes de la colecta la acompañaron en un arduo recorrido que incluyó visitar varios inmuebles que se ajustaban al presupuesto y a las necesidades de una persona que, aunque es considerada un personaje popular, ya ronda los 60 años.
Finalmente, después de décadas de deambular por el centro histórico de la villa del Yayabo, durmiendo al aire libre, en escaleras o en casas de amigos, y tras casi un mes de recaudación, la primera persona que se atrevió a declararse mujer trans en un entorno tan conservador como Sancti Spíritus ha conseguido su propio hogar.
Aunque en los documentos oficiales Malú aún no puede firmar con el nombre que la ha hecho famosa en Cuba y gran parte del mundo, sino con el que le fue asignado al nacer —Ricardo Antonio Moreira Andino—, junto a sus mentores completó el proceso legal necesario para hacerse con la propiedad de una vivienda pequeña pero bien ubicada en el corazón de la ciudad.
Continúan llegando donaciones de electrodomésticos y artículos del hogar para Malú, gracias a una campaña impulsada únicamente por la sociedad civil, que no ha contado con apoyo gubernamental y ha enfrentado críticas por parte de algunos sectores institucionales, quienes cuestionan qué méritos tiene la llamada diva de Sancti Spíritus para recibir semejante ayuda.
Las reacciones de la ciudadanía no se han hecho esperar, y ante cada comentario negativo, los propios usuarios de redes sociales aclaran que el estatus de personaje popular y símbolo de la ciudad no fue otorgado a Malú por ningún dirigente ni entidad gubernamental, sino exclusivamente por el cariño del pueblo, que no puede imaginar el paisaje urbano sin la inconfundible silueta de su primera mujer trans.
“Unidos lo vamos a lograr” fue el lema de la campaña Una casita para Malú, quien sigue sorprendida y agradecida por la generosidad de tantas personas que, unidas y en tiempo récord, hicieron posible este sueño.