Texto: Hugo León
La Biblioteca Nacional de Cuba José Martí, el centro que alberga la colección literaria más importante del país, sorprendió recientemente a una visitante que intentaba acceder: la entrada no es gratuita.
Según compartió en redes sociales la internauta Mariela Brito, el jueves cinco de enero, al intentar ingresar, le comunicaron en la institución que “la entrada a la biblioteca no es libre” y que “es necesario estar inscrito”.
Brito expresó en su publicación su descontento por la decisión, y la respuesta de un amigo, quien es escritor y ávido lector, también amante de la biblioteca: “Error grave, ya lo dijo Delfín, no vuelvas a los lugares donde fuiste feliz”.
A la publicación le siguieron decenas de comentarios de otras personas que aclararon que esta situación ha estado vigente durante varios años, lo que ha complicado incluso la investigación para la creación de libros.
Según María Matienzo, escritora y periodista cubana, necesitó varias firmas, sellos y la ayuda de amigos para poder acceder a la literatura necesaria, ya que su carnet de lectora no le resultaba útil para investigar. Esto sucedió hace aproximadamente diez años, relató.
Otros lectores comentaron que para acceder a periódicos en la Biblioteca han tenido que solicitar cartas a instituciones como el Clasificador Nacional de Actividades Económicas (CNAE) y mencionaron su nostalgia por tiempos pasados en el centro de lectura.
También hubo quienes lamentaron que desde la implementación de una membresía de pago para ingresar, dejó de ser una biblioteca pública.
Según internautas más jóvenes, los extranjeros, tanto universitarios como no, solo deben presentar su pasaporte y pagar una tarifa en dólares, mientras que un cubano debe cumplir con más requisitos.
En su publicación en redes sociales, Mariela Brito adjuntó las tarifas necesarias para obtener la inscripción en el centro, que se clasifica en categorías de extranjeros, investigadores, profesionales y estudiantes universitarios y de la enseñanza artística.
La Biblioteca Nacional es, por excelencia, un centro que custodia el tesoro patrimonial documental, bibliográfico y artístico de Cuba, un acervo considerable, de ahí su relevancia para la cultura cubana y para la comunidad en general.
En junio de 2021, fue declarada Monumento Nacional de la República de Cuba, un año después de reabrir sus puertas, las cuales habían estado cerradas al público debido a las medidas implementadas para enfrentar la Covid-19.