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La periodista cubana Soledad Cruz Guerra ha emitido una contundente crítica hacia el programa televisivo Chefarándula por “no abordar el contenido de manera más adecuada al contexto”.
Según mencionó Cruz en su perfil de Facebook, ha recibido “mensajes indignados en las redes sociales apuntando que consideran una burla el presentar recetas con ingredientes que no se pueden adquirir, ni siquiera por quienes disponen de recursos económicos”.
Las declaraciones de la periodista reflejan cómo “la escasez real de alimentos, los precios exorbitantes y la compra de productos en MlC han transformado la gastronomía en un asunto de gran sensibilidad nacional para una parte considerable de la población, cuyos salarios y pensiones apenas alcanzan para adquirir lo esencial destinado a la subsistencia”.
En este contexto desafiante, Cruz considera comprensible que el programa dirigido por el chef español Miguel Ángel Jiménez “genera particular irritación en no pocos televidentes”.
Además, señala la existencia de restaurantes con ofertas más sofisticadas que “importan diversos productos alimenticios sin gravámenes”, lo que les permite llevar a cabo las recetas de Chefarándula.
No obstante, esta profesional sostiene que “una televisión pública debería tener en cuenta las inquietudes de sus acreedores, en este caso los televidentes, y cuidar el concepto de lo oportuno de acuerdo con las realidades tensas, no solo en las artes culinarias; evidentemente, el programa debería contribuir a la evolución de la dieta cubana, la cual está restringida no solo por la escasez, sino también por malos hábitos que desestiman incluso las posibilidades autóctonas”.
Más adelante, Cruz evoca el antiguo programa culinario Cocina al minuto, de Nitza Villapol, que asegura “es un referente de creatividad en tiempos de penuria y, dado el contexto de penuria actual, los programas de este tipo, si existieran, deberían considerar esa realidad”.
Asimismo, expresa que no duda de que a algunos cubanos les agrade ver a los artistas en la cocina, lo que considera un “atractivo legítimo para resaltar el arte culinario”, aunque advierte que “ese arte es complicado en los hogares cubanos hoy en día y debería haber un cierto pudor respetuoso al respecto”.
En cuanto a las responsabilidades por las problemáticas del programa, principalmente por “no tener un enfoque más adecuado al contexto”, Cruz enfatiza que “debe haber personas encargadas de asesorar sobre los matices más pertinentes para que un programa de televisión pública se comunique de manera efectiva con su variada audiencia”.
Recientemente, las redes sociales también se convirtieron en un espacio de críticas hacia el programa y su presentador. En esta ocasión, varios padres y madres criticaron un episodio con niños del grupo teatral La Colmenita, donde se les enseñó a hacer rosquillas decoradas con chocolate, una receta cuyos ingredientes principales escasean en toda la isla.
El chef español compartió fotos de la grabación del programa en sus redes, afirmando que fue uno de los episodios más esperados y que disfruta cocinar con niños por su espontaneidad. Sin embargo, muchos usuarios expresaron su descontento por preparar estos dulces y mostrarlos en televisión, cuando en muchos hogares cubanos faltan los ingredientes para su elaboración.