Foto: Yoanny Aldaya | Revista Late
Texto: Hugo León
Un barco con carga de pollo, destinado a la canasta familiar normada de mayo y a dietas médicas, arribó al puerto de La Habana este fin de semana. Desde entonces, los empleados de la Empresa Comercializadora de Alimentos COPMAR se encuentran en proceso de descarga de los contenedores.
Según fuentes oficiales, la meta es distribuir el producto a todos los municipios de la isla en el menor tiempo posible.
Este barco marca el primer arribo a Cuba con pollo para la cuota en los últimos dos meses, un retraso que afectó tanto la disponibilidad del producto en la red estatal como en el mercado informal del país.
Un reportaje de la Televisión Cubana indica que el buque transportaba cuatro mil 500 toneladas de pollo, con la expectativa de concluir su descarga durante la tarde de este martes.
Los directivos de COPMAR informaron que el barco partiría luego hacia Santiago de Cuba para abastecer a las regiones orientales del país.
Mientras tanto, 51 contenedores de pollo llegaron al puerto del Mariel y se trasladarán por tren para su distribución en la zona central de la nación.
Durante los meses de marzo y abril, se garantizó la entrega de productos cárnicos en conserva (como jamonada y picadillo). Sin embargo, Marpessa Portal, subdirectora de Venta de mercancías del Ministerio del Comercio Interior (Mincin), explicó que por razones financieras no fue posible cumplir con todas las entregas de pollo.
Con la llegada de este buque, en mayo se podrá vender entre una libra y una libra y media por consumidor, dependiendo del grupo etario, según Portal.
En las últimas semanas, surgió una controversia respecto a la distribución de pollo en el país, dado que el costo de los alimentos ha aumentado considerablemente en Cuba, convirtiéndose en un tema delicado para la población.
A finales de abril, el Mincin comunicó en su sitio web que no se vendería pollo por la canasta familiar normada a mayores de 14 años, sin especificar por cuánto tiempo estaría en vigor la medida ni sus razones. Esto generó críticas y debates en redes sociales, así como especulaciones sobre las verdaderas motivaciones detrás de la decisión, sin que el gobierno de la isla se pronunciara al respecto.
Posteriormente, a comienzos del presente mes, el mismo ministerio aseguró que efectivamente se vendería el producto a los consumidores cubanos.