Cada vez hay más personas en Cuba desvinculadas de cualquier actividad laboral. Algunas cifras indican que, en muchos casos, se abandonan puestos en entidades estatales para ocupar otros en negocios privados, como en Mipymes.
La falta de garantías salariales, debido a que no se generan nuevos puestos, y el escaso aseguramiento en las entidades para enfrentar los procesos de interrupción y disponibilidad laboral, son algunas de las razones más recurrentes de este fenómeno.
Ante esto, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social ofrece tierras ociosas para la entrega en usufructo a los interesados. Otra alternativa es promover y facilitar el acceso al trabajo no estatal, así como el teletrabajo.
Las Tunas, por ejemplo, es la provincia con mayor tasa de desvinculación laboral. Al cierre de 2022, las cifras eran alarmantes y la tendencia ha continuado en lo que va del presente año.
Datos oficiales indican que en este territorio se emplearon solo 8 mil 330 personas, lo que representa un número muy bajo si lo comparamos con otros datos de años anteriores.
En febrero, se conoció que alrededor de 800 mil jóvenes permanecían sin estudios ni trabajo en toda la Isla. De esta manera, se octuplicaron los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación de 2019 en el apartado de desvinculación laboral.
Se estimó que 134 mil 579 cubanos entre 17 y 24 años de edad no trabajaban ni cursaban estudios. Además, las estadísticas podrían aumentar aún más al finalizar el 2023.