Texto: Hugo León
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En una decisión que ha suscitado un amplio debate, el presidente Donald Trump ha propuesto otorgar mil dólares en efectivo y un pasaje de avión gratuito a los inmigrantes indocumentados que acepten salir de Estados Unidos de manera voluntaria.
El anuncio se realizó este lunes y está alineado con sus compromisos de campaña en materia de inmigración.
Según el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), ya se ha asistido a algunos migrantes para reservar vuelos de retorno a sus países de origen. Un migrante ha regresado a Honduras desde Chicago dentro de este plan.
Este esquema no contempla una vía para regularizar la situación de los que decidan permanecer, ni ofrece detalles sobre mecanismos de protección para las personas que escapan de regímenes represivos, como sucede con muchos cubanos.
Diversas organizaciones defensoras de derechos humanos han calificado la propuesta como humillante y deshumanizante desde que el entonces candidato presidencial abordara este tema.
El programa de autodeportación se lleva a cabo a través de la aplicación CBP Home, una herramienta digital que durante la administración Biden se conocía como CBP One. Anteriormente, esta aplicación servía para gestionar las entradas legales al país, pero ahora se utilizará principalmente para notificar la decisión de los migrantes de salir voluntariamente de EE.UU.
Una vez que el gobierno confirme la salida efectiva del migrante, se realizará el pago de mil dólares como incentivo económico.
Según el DHS, se trata de un intento de ofrecer una salida digna del país, en lugar de proceder con una deportación forzada.
¿Qué hay detrás de estos mil dólares para los autodeportados?
De acuerdo con varias fuentes cercanas al tema, al Gobierno de Estados Unidos le cuesta más de 10 mil dólares deportar a una persona; en comparación, estos mil dólares, además de la compra del pasaje y otros gastos relacionados, conforman una suma mucho menor.
Incluso Marco Rubio mencionó antes de integrarse al Gobierno que una deportación masiva, como la que proponía el entonces candidato presidencial Donald Trump, no era factible.
A medida que pasan los meses, se hace evidente que las deportaciones efectivas logradas por la actual administración están muy por debajo de lo previsto.
Para muchos abogados especializados en inmigración, los incentivos que la administración Trump ofrece para que los migrantes se autodeporten, así como la campaña comunicacional de la Casa Blanca sobre inmigración, buscan hacer que quienes llegaron al país en los últimos años abandonen voluntariamente en lugar de seguir con los procesos que podrían legalizarlos.
Los cubanos, por ejemplo, se benefician de la Ley de Ajuste Cubano, y al igual que otros migrantes, tienen la opción de iniciar trámites de asilo político. Si son víctimas del pánico o de la desinformación, como ha ocurrido previamente, la administración Trump gana automáticamente, ya que habrá expulsado a otro inmigrante del país.