Texto: Hugo León
Foto: RRSS
Inah Canabarro Lucas, reconocida como la persona más longeva del planeta, falleció el 30 de abril a los 116 años en Porto Alegre, al sur de Brasil.
La Congregación de las Hermanas Teresianas, comunidad a la que perteneció desde joven, anunció la noticia mediante un emotivo mensaje en el que agradecían su dedicación y vocación religiosa.
«Agradecemos su testimonio de amor y servicio», expresaron en un comunicado.
«Dios es el secreto de la vida»
Según los historiadores, Canabarro Lucas nació en Sao Francisco de Assis el 8 de junio de 1908; sin embargo, ella misma afirmó que la fecha correcta era el 27 de mayo.
Inah era bisnieta del general David Canabarro, héroe de la Guerra de los Farrapos (un conflicto que se desarrolló en Rio Grande do Sul entre 1835 y 1845, el más extenso del período imperial brasileño).
Se convirtió en monja tras estudiar en el internado Santa Teresa de Jesús, en Santana do Livramento.
Después de graduarse como maestra, residió en Uruguay y Río de Janeiro, hasta regresar a Rio Grande do Sul a principios de la década de 1940.
Ejerció como maestra y secretaria en diversas instituciones católicas, formando a generaciones de jóvenes bajo los fundamentos del carisma teresiano.
Su trayectoria fue ampliamente reconocida dentro y fuera de la Iglesia, y en 2018 recibió una bendición apostólica del Papa Francisco con motivo de su 110.º cumpleaños.
Según Inah Canabarro, su longevidad era resultado de su fe inquebrantable. «Dios es el secreto de la vida», afirmó en una de sus últimas entrevistas.