Recientemente, una obra del pintor cubano Michel Mirabal fue inaugurada en el Aeropuerto Nacional José Martí de La Habana. Se trata de un mural dedicado a la Virgen de la Caridad, titulado “Cachita ampara a todos los cubanos”. La obra presenta un enorme girasol que en su centro alberga la bandera cubana. Para el artista, esta pieza adquiere un nuevo significado coincidiendo con la reapertura de las fronteras en Cuba, tras la etapa más crítica de la pandemia del coronavirus.
Mirabal tuvo una nueva conversación con Cuba Noticias 360 sobre esta obra, que será uno de los primeros nexos entre el turismo internacional y el sincretismo de la cultura cubana.
¿En qué consiste la obra que se presenta en el aeropuerto?
La obra es un llamado a la unidad entre todos los cubanos, independientemente de sus creencias o pensamientos sociales, a través de una pieza que rinde homenaje a nuestra bandera y al girasol, la flor que se le ofrece a la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.
¿Cómo fue el proceso para instalar esta obra en el aeropuerto?
Fue un proceso bastante extenso que duró casi 2 años. Inicialmente, esta obra estaba pensada para Cienfuegos, pero tras completarla, las autoridades me dejaron “colgado de la brocha”, como se dice en el argot popular. Sin embargo, todo sucede por una razón: surgió la idea de instalarla en el aeropuerto José Martí, y realmente no hay mejor lugar para un artista que desee exhibir su trabajo.
¿Qué significado tiene para usted que su mural sea una de las primeras obras que verán turistas extranjeros y cubanos al llegar a la isla por el aeropuerto José Martí?
“Para un artista es algo extraordinario tener una obra mural en el aeropuerto. En casi todos los aeropuertos del mundo, esto es una constante. Agradezco infinitamente la oportunidad de presentar mi trabajo allí.»
¿Estará esa obra de forma permanente en el aeropuerto o se planea por un tiempo determinado?
“La obra se instaló con la intención de que permanezca ahí. Espero que esté para siempre. No obstante, uno nunca sabe, pero por ahora estamos muy contentos de que la idea se haya hecho realidad.”
¿Cree que esto puede ser el inicio definitivo para que sus obras sean más valoradas en Cuba por las instituciones?
“No pienso en eso, solo me enfoco en trabajar. Aunque no me llamen, yo toco las puertas, y algunas no se abrirán. Pero seguiré intentando hacer más cada día; alguna puerta se abrirá, como sucedió con esta oportunidad en el aeropuerto. Así que continuaré adelante, creando arte para nuestro país y nuestra gente.”