Fotos: España Spain | Facebook
Texto: Fede Gayardo
En un lapso de 24 horas, el mapa eléctrico de la península ibérica experimentó un evento sin igual: un apagón general que dejó a millones de personas sin suministro eléctrico.
Este lunes 28 de abril, España se quedó completamente en “cero energético” poco después de las 12:30 del mediodía. A pesar del esfuerzo de las empresas gestoras y los operativos por restablecer el servicio, persisten interrogantes sobre el verdadero origen de la falla.
Esta mañana, fuentes del gobierno español descartaron que la causa del apagón fuera un “ciberataque” y señalaron “oscilaciones de tensión” como posible explicativa, aunque no descartan errores humanos. Sin embargo, algunos expertos han alertado que si no se refuerzan las interconexiones y se mejora la capacidad de almacenamiento, este tipo de incidentes podría volver a ocurrir.
En una rueda de prensa a primera hora de hoy martes, Red Eléctrica de España (REE) comunicó que entre las 6:00 p.m. y las 10:00 p.m. se logró recuperar cerca del 90 % de la demanda, gracias a las interconexiones con Francia y Marruecos, además del despliegue de grupos electrógenos en áreas críticas.
A primera hora de la madrugada, el sistema ya suministraba electricidad al 99,16 % de las subestaciones, y a las 7:30 de hoy martes, el 99 % de la demanda del país había sido restituida. Para las 8:00 a.m., la empresa Endesa confirmó que el 90 % de sus 9,54 millones de clientes habían recuperado el suministro eléctrico, alcanzando una recuperación general del 99,95 %.
Apagón total en España: un país a oscuras
Pasadas las 12:30 del mediodía de este lunes, el sistema eléctrico peninsular cayó a cero, dejando a oscuras ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla y Málaga, y paralizando trenes, metros y conexiones móviles.
La teoría sostenida por las autoridades sugiere una “fuerte oscilación” en la red europea que desencadenó el desenganche automático del sistema español para proteger infraestructuras críticas.
Según Eduardo Prieto, director de Servicios a la Operación de REE, “se puede descartar que el gran apagón se debiera a un incidente de ciberseguridad”. Además, aseguró que “no ha habido ninguna intrusión en el sistema de control”.
A pesar de que se descarta el ciberataque, sigue en pie la posibilidad de un error humano en los protocolos de conmutación o en las protecciones automáticas, así como problemas de coordinación entre centros de control.
Con anterioridad al apagón, España disponía de un sistema eléctrico destacado por su eficiencia, pero adolecía de una interconexión mínima con Europa (solo un 2 % comparado con el 10 % recomendado), lo que lo vuelve especialmente vulnerable a desajustes entre la oferta y la demanda.
Expertos han manifestado que esta situación se agrava por “una alta penetración de renovables”, que en abril pasado generaron el 67,2 % de la electricidad peninsular, sin contar con mecanismos de almacenamiento adecuados para mitigar picos bruscos de oscilación.
A pesar de la “vuelta a la calma”, España todavía enfrenta problemas en el transporte ferroviario, con cientos de personas que han pasado la noche en estaciones a la espera de poder tomar un tren.
Las empresas de transporte han reportado que han ido restableciendo en gran medida las conexiones de trenes de alta velocidad y larga distancia, mientras que en las grandes ciudades los metros y trenes de cercanías intentan retornar a la normalidad. Sin embargo, las estaciones todavía están abarrotadas de personas que esperan abordar este medio de transporte, mientras se organizan las salidas de trenes tras el caos generado por la parada total de los servicios.