En medio de la controversia por la eliminación de programas de la parrilla de la Televisión Cubana, como Con dos que se quieran, el popular programa de entrevistas conducido por Amaury Pérez, y En Zona, un show musical al estilo de Cristian Alejandro, este 9 de marzo regresa el espacio de orientación Cuando una mujer.
El programa mantiene a su conductora habitual, la actriz Tamara Castellanos, y vuelve “para seguir siendo un reclamo por la legitimación de los derechos femeninos que están reconocidos a nivel gubernamental, pero que en la práctica, aún nos quedan como sociedad deudas que obstaculizan la plenitud a la que aspiramos”, señala una nota publicada en el sitio oficial de la TVC.
El primer capítulo presentará la propuesta titulada “Buena Decisión”, con Paula Alí en el papel de la abuela, quien reclama la custodia de su nieto menor. Bajo la dirección de Marilú Macías, las guionistas Odalis González, Sutrayel Falcón, Helena López y Katia Bulié, junto con la fotografía de Alberto Inerarity, la asistencia de dirección de Luis Alberto Ramírez y la edición de Daniela Bachardó, llegarán estos capítulos.
Es una buena noticia para los seguidores de este programa, aunque no tanto para quienes prefieren el espacio En Zona: “Siento que finalice, realmente disfrutaba esos momentos de En Zona (a pesar de la indirecta desagradable de En modo avión, de Cubadebate, que se creen frescos, graciosos y resultan aburridos y a veces incluso incoherentes). Les deseo éxito en sus nuevos proyectos. Agradezco los minutos de buena música que nos ofrecieron”, comentó la usuaria Lilian en nuestra página web.
Por su parte, tras el anuncio de que el espacio Con dos que se quieran no regresará por falta de presupuesto, una comentarista expresó: “Qué pena que no haya otro programa Con 2 que se quieran, este es muy bien recibido por el público, un programa bien conducido por Amaury, un programa decente y culto. Aparece presupuesto para La hora de Noelia y si pienso un poco, seguro que algún otro programa sin sabor aparecerá”. Otro usuario fue más contundente, escribiendo: “¡Qué maravilla no verlo ni escucharlo ni a él ni a su edulcorado, lacrimoso y adulón programa!”.
