Fotos: El Nuevo Herald
Según la página web de Swing Completo, varios medallistas cubanos en los Juegos Olímpicos han sido condenados a prisión por diversas razones, tanto dentro como fuera de Cuba. En este listado, según se indica en el artículo, hay más de una decena de atletas retirados que han cumplido sentencias, muchos de ellos por delitos de violencia.
Entre ellos se encuentran el pesista Pablo Lara, el pelotero Oscar Macías y el boxeador Sixto Soria, pero uno de los nombres que destaca es el de Alexis Vila Perdomo, considerado uno de los luchadores de estilo libre más talentosos del mundo durante la década de 1990.
Originario de Villa Clara, el deportista fue doble campeón mundial y obtuvo una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996, pero su vida ha estado rodeada de controversias desde su llegada a Estados Unidos.
Después de ser encontrado culpable de asesinato por encargo, clasificado como homicidio de segundo grado, Vila ha estado encarcelado desde 2018. En diciembre de 2019, su nombre volvió a ser noticias cuando este reconocido luchador en el ámbito de las artes marciales mixtas fue sentenciado a 15 años de prisión.
Se sabe que, tras el rechazo de todos los recursos interpuestos por su defensa, el luchador caribeño tendrá que cumplir casi toda su condena tras las rejas, ya que su situación es bastante grave dado que está acusado de secuestro, tortura y homicidio de un diseñador de interiores en Coconut Grove, Miami, en 2011.
El cuerpo de la víctima, identificado como Camilo Salazar, fue encontrado en un camino rural a las afueras de Miami, con evidencias de haber sido brutalmente golpeado y quemado en los genitales.
Una noticia de diciembre de 2019 informaba que los familiares de Salazar solicitaron durante la audiencia la máxima sentencia posible para Vila y su entrenador, Roberto Isaac, quienes, según los investigadores, fueron dos de los tres hombres contratados por Manuel Marín, propietario de Presidente Supermarket, para llevar a cabo el crimen.
Vila, apodado “el exorcista”, se escapó de la selección cubana durante un viaje a Estados Unidos en 1997. Allí, fue contratado por la Universidad de Michigan como entrenador y tuvo la oportunidad de preparar a dos jóvenes que destacarían en el UFC: Gray Maynard y Rashad Evans, este último convertido en campeón de la categoría semipesada y miembro del Salón de la Fama de esa organización.