Foto de referencia: Radoslaw Czajkowski | Shutterstock
Texto: Hugo León
Este miércoles por la tarde, el presidente de Bolivia, Luis Arce, denunció “movimientos irregulares del ejército”, al referirse a los militares que tomaron la Plaza Murillo de La Paz, donde se ubica la sede del gobierno nacional. Poco después, una fuente del mismo ejército confirmó que se trataba de un golpe de Estado.
El Comandante General del Ejército, Juan José Zúñiga, declaró que se formará un nuevo gabinete y que “el país no puede seguir así”.
Alrededor de las tres de la tarde, una tanqueta del ejército embistió la puerta del Palacio Presidencial de Bolivia, y las fuerzas armadas rodearon el Palacio de Gobierno en la Plaza Murillo. Según CNN Chile, en ese lugar se encontraba el presidente Luis Arce.
Arce solicitó que “la democracia debe ser respetada”, y a través de la red social X (anteriormente Twitter), el ex mandatario Evo Morales hizo un llamado al pueblo para que salieran a las calles en defensa del Gobierno.
“Convocamos a una movilización nacional para proteger la democracia frente al golpe de Estado”, escribió.
“Declaramos un paro general indefinido y el bloqueo de caminos. No permitiremos que las Fuerzas Armadas violenten la democracia ni amedrenten al pueblo”, agregó poco después de las 3:00 pm.
Por su parte, Arce manifestó que aplacaría “los apetitos inconstitucionales” y al solicitar la movilización del pueblo, enfatizó que no se podría permitir el regreso de intentos golpistas.
Los militares están liderados por el general Juan José Zúñiga, quien supuestamente fue relevado de su cargo como comandante general del Ejército el 25 de junio, tras declaraciones controversiales en contra de Evo Morales.
El precedente
El lunes, el general Zúñiga expresó públicamente que Evo Morales ya no podía ser candidato y que el ejército, como brazo armado del pueblo, estaba preparado para detenerlo si intentara postularse nuevamente.
En una entrevista, el comandante indicó que legalmente Evo estaba inhabilitado para un nuevo mandato, y que el ejército tiene la responsabilidad de hacer cumplir la Constitución. Al ser preguntado sobre “cómo defenderían la Constitución”, su respuesta fue “con todas las herramientas y los instrumentos que nos otorga la Constitución Política de la Nación”.
Para entender el golpe de estado, es importante recordar que el país enfrenta una crisis económica, con escasez de dólares y combustibles, y que los votantes de izquierda están divididos entre “arcistas” y “evistas”, mientras que la oposición sostiene que cualquier intento de extender el mandato de Arce o de traer de vuelta a Evo Morales es un ataque a la democracia.
Además, la Asamblea Legislativa, actualmente con mayoría opositora, está paralizada debido a la intervención del órgano judicial y porque el presidente de la asamblea y vicepresidente boliviano, David Choquehuanca, suspendió sus sesiones.
El Golpe de Estado en Bolivia, últimas noticias
“Estamos escuchando el clamor del pueblo, porque desde hace muchos años una élite se ha hecho cargo del país y han sido dueños del Estado”, declaró el general golpista en las calles.
Además, se refirió a la crisis que enfrenta Bolivia, afirmando que “las Fuerzas Armadas buscan reestructurar la democracia, para que sea una verdadera democracia, no de unos pocos, no de unos propietarios que han estado controlando el país durante años”. “Queremos restablecer la democracia”, aseguró.
“Miren a dónde nos han llevado, y el ejército no se escatimará en proteger el futuro de nuestros niños, por el bienestar y el progreso de nuestro pueblo”, enfatizó.
Mientras tanto, el presidente Luis Arce ordenó de manera directa y personal a Zúñiga que retirara a los soldados. Poco después, el Gobierno anunció nuevos comandantes militares en las Fuerzas Armadas.
Cerca de las 5:20 pm, José Wilson Sánchez fue juramentado en su nuevo puesto como jefe militar de Bolivia. Este ordenó a las unidades militares en la capital regresar a los cuarteles después del intento golpista.
Según reportes de medios locales, alrededor de las seis de la tarde, los militares comenzaban a retirarse, lo que podría marcar el fin del intento golpista.