Foto: RL Hevia
La Comisión Nacional dio a conocer cambios de última hora en el reglamento de la 64 Serie Nacional de Béisbol en preparación para la postemporada. Estas medidas han suscitado numerosas críticas por parte de los aficionados y sectores de la prensa, en un campeonato ya marcado por decisiones controvertidas y considerado por muchos como el peor en términos organizativos de su historia.
El comunicado oficial indicó que la recuperación de los juegos suspendidos comenzará el 19 de diciembre, sin seguir el orden original de los partidos, lo que ha sido criticado como un ataque directo a la equidad competitiva en una fase crucial del calendario.
La Comisión aclaró que solo se recuperarán aquellos partidos que influyan en la clasificación o en el acceso a los dos primeros lugares de la tabla. Moreover, los playoffs comenzarían al tercer día después de la finalización del último juego de recuperación, siempre y cuando el calendario lo permita, antes del 29 de diciembre. Si no hay días suficientes, la etapa de cruces se trasladaría al 4 de enero de 2026.
Otra de las decisiones más criticadas es la reducción de los cuartos de final y semifinales a subseries de cinco juegos, donde se deberá ganar tres. Esta es una modificación significativa respecto al formato tradicional. Sin embargo, la final de la Serie se mantendrá como estaba prevista, con subseries de siete juegos, donde se deberá ganar cuatro.
El aspecto más delicado del anuncio establece que, si los playoffs se extienden más allá del 23 de enero y coinciden con eventos internacionales a finales de mes y principios de febrero, ningún jugador de los equipos clasificados será convocado para esas competiciones en el extranjero.
Las reacciones negativas a estas decisiones no tardaron en llegar. Uno de los primeros en comentar fue el periodista Boris Luis Cabrera, quien advirtió que el mayor sueño de un pelotero cubano, vestir el uniforme nacional, no puede ser tratado con ligereza ni como un asunto secundario.
Cabrera también enfatizó que el problema no radica simplemente en el parche impuesto de urgencia, sino en la falta de previsión que condujo a esta situación, subrayando que improvisar para alcanzar un objetivo tiene altos costos en credibilidad, épica y seriedad para el principal espectáculo deportivo del país.
Desde el medio Swing Completo se cuestionó la lógica de informar a un jugador que viajará al extranjero solo si su equipo es eliminado, mientras que permanecer en casa sería el castigo por avanzar en la competencia y cumplir con el objetivo de ganar.
La publicación señaló que la contradicción se hace más evidente cuando los dirigentes y cuerpos técnicos sí podrán participar en eventos internacionales, dejando a los protagonistas del juego excluidos de esas oportunidades, evidenciando una asimetría en la carga de las consecuencias.
El analista Pavel Otero comparó la reducción de la postemporada a quitar ingredientes esenciales de una pizza, y advirtió que, si la final coincide con compromisos internacionales, algunos peloteros destacados podrían preferir no avanzar en la competencia por no perder la oportunidad de viajar.
Las nuevas medidas se suman a una serie de decisiones controvertidas que han marcado la 64 Serie Nacional, alimentando un clima de insatisfacción y desconfianza que amenaza con opacar el cierre de un torneo históricamente importante para el béisbol cubano.



