Imágenes: Redes Sociales
En medio de la difícil situación epidemiológica que vive Cuba, caracterizada por el aumento de enfermedades transmisibles y la creciente presión sobre el sistema de salud, surgen nuevas inquietudes en el área de la higiene y el saneamiento. En el corazón de Santiago de Cuba, una de las esquinas más emblemáticas de la ciudad, la acumulación de basura frente a la Parroquia Santísima Trinidad ha alcanzado niveles preocupantes.
La Parroquia Santísima Trinidad, reconocida por su valor patrimonial e histórico y situada en uno de los lugares de mayor afluencia de la ciudad, enfrenta una situación insostenible: durante meses, tanto los residentes como los turistas que transitan diariamente por esa área han tenido que convivir con montañas de desechos acumulados frente al templo, lo que ha generado indignación y preocupación entre los feligreses, el clero y la comunidad en general.
El padre Raoul Bekolo, cmf, párroco del citado templo, ha levantado su voz de protesta en redes sociales, demandando la intervención urgente de las autoridades competentes para abordar este grave problema. «¡Basta ya! ¡No más basura frente a la Iglesia!», exclamó el sacerdote, destacando la falta de responsabilidad en la gestión de residuos y el mantenimiento de un entorno digno alrededor del templo.
La parroquia, como centro de espiritualidad y educación cívica, ha reclamado no solo por el respeto a su espacio, sino también por el bienestar de la ciudad y la salud pública.
Las imágenes compartidas evidencian la magnitud del problema: la acumulación de basura en este lugar no es solamente un asunto estético, sino un riesgo sanitario que impacta directamente a la población. Los desechos, mezclados con restos de comida, plásticos y otros materiales contaminantes, atraen plagas, generan olores desagradables y contribuyen a la propagación de enfermedades transmitidas por vectores como mosquitos y roedores.
A pesar de los constantes esfuerzos del párroco y otros miembros de la comunidad por mantener limpio el entorno de la iglesia, la situación sigue sin cambios. Los residentes denuncian que, en lugar de ofrecer soluciones duraderas, se han implementado medidas temporales e insuficientes que no abordan la raíz del problema: la falta de conciencia cívica y la ausencia de un plan de acción para la recolección de basura en una zona de alta concurrencia.
«La basura frente al templo no es solo una cuestión de limpieza, es un asunto de respeto por lo sagrado y por la historia de nuestra ciudad», expresó el padre Raoul Bekolo.
La acumulación de basura en áreas públicas y turísticas de Cuba refleja una cuestión más amplia: la falta de infraestructura adecuada para la gestión de residuos, en un contexto de escasez de recursos y desafíos económicos. A pesar de los esfuerzos aislados de ciertos sectores de la sociedad civil, la respuesta de las autoridades gubernamentales ha sido insuficiente ante un problema que afecta directamente la calidad de vida de los ciudadanos.
En un contexto tan crítico, donde la salud pública está en riesgo debido a las deficientes condiciones sanitarias, la solución no puede ser simplemente temporal.
