Foto: RL Hevia
Texto: Fede Gayardo
El juicio del exministro de Economía Alejandro Gil Fernández sigue siendo objeto de intenso debate público tras conocerse que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel aparece como testigo de la acusación en este proceso por delitos económicos. La revelación fue realizada por su hermana, María Victoria Gil, durante una entrevista con el periodista Mario J. Pentón.
La segunda fase del juicio, que comenzó el 26 de noviembre, ha estado caracterizada por un profundo hermetismo. A diferencia del primer juicio por espionaje, donde la Fiscalía solicitó cadena perpetua y el Noticiero Nacional de Televisión lo anunció, este segundo proceso, enfocado en corrupción, lavado de activos, tráfico de influencias y otras irregularidades económicas, no ha recibido mención pública de ninguna autoridad.
María Victoria informó que el juicio se realizó a lo largo de cuatro días y ya concluyó, aunque envuelto en lo que calificó como “secretismo absoluto”. “La población no ha recibido información ni siquiera a través del noticiero nacional de televisión… Es una falta de respeto hacia el pueblo de Cuba”, aseguró.
Uno de los aspectos más polémicos mencionados por la hermana de Gil es la implicación directa de Díaz-Canel en el caso. “El presidente de la República de Cuba, Miguel Mario Díaz-Canel, ha comparecido al juicio contra mi hermano como testigo de cargo. Un testigo de cargo es un testigo de la acusación”, puntualizó, recordando que la relación entre ellos era especialmente cercana, ya que Díaz-Canel fue tutor de la tesis de Economía de Gil y lo elogió públicamente durante años, incluso tras su destitución, destacándolo como un cuadro leal.
La ex presentadora del programa “De la Gran Escena” recordó, por ejemplo, que el 2 de febrero de 2024, un día después de la destitución de Gil, el mandatario cubano lo felicitó públicamente por su “excelente trabajo”; y el 6 de febrero, en su cumpleaños, volvió a alabarlo e instarlo a continuar “trabajando por la revolución”.
“Eran uno, eran uno”, comentó. “Mi cuñada me decía ‘es que se adoran, no pueden vivir el uno sin el otro’. Y ahora… es capaz de comparecer contra mi hermano como testigo de cargo en un juicio por corrupción. Me parece vergonzoso”, agregó.
Aparte de la ruptura política entre el presidente y su exministro, la familia ha denunciado presiones para mantener silencio. Según María Victoria, los hijos y la esposa de Gil solo pudieron acceder a la sala del juicio tras firmar un documento de “confidencialidad y secretividad absoluta”. Incluso se le ha solicitado que cese sus declaraciones. “Mi sobrina me rogó: ‘tía, por favor, no hables más, que eso en lugar de ayudar perjudica a mi padre’”, recordó.
A pesar de esto, decidió hacer públicas sus denuncias, apoyándose en un principio: “el pueblo de Cuba tiene derecho” a conocer los pormenores de un caso de corrupción de alto nivel. También reconoció que su hermano ha admitido “delitos de índole económica” y subrayó que “el poder corrompe”, insistiendo en que ningún funcionario de alto rango en Cuba sale “limpio” de un sistema que consideró intrínsecamente corrupto.
En su opinión, Gil está siendo utilizado como “chivo expiatorio”. “Es imposible que toda esta corrupción haya ocurrido y solo Gil pague por ello… Aquí el único que está enfrentando las consecuencias es Alejandro Miguel Gil Fernández”.
María Victoria anunció su intención de llevar el caso “hasta las últimas consecuencias”, incluso ante la Corte Internacional de Justicia, con el objetivo de que, si se prueban los delitos, “caigan con él todos los que deban caer”.



