Foto: Archivo CN360
Elementos clave del movimiento Make America Great Again (MAGA) han comenzado a advertir al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acerca de un aumento del desgaste interno que amenazará su base electoral, en un contexto marcado por el descontento económico y las divisiones dentro del propio Partido Republicano.
De acuerdo con información de The Washington Post, asesores y figuras conservadoras cercanas al mandatario han expresado su inquietud por una sensación de “desconexión” entre la Casa Blanca y los votantes que lo apoyaron en su regreso al poder. La situación es aún más complicada para Trump dado que el malestar no proviene esta vez de la oposición demócrata, sino de sectores que históricamente han sido leales al trumpismo, los cuales cuestionan la dirección de la actual administración.
Durante una reunión privada en la Casa Blanca, el encuestador conservador Mark Mitchell, de Rasmussen Reports, habría alertado al presidente sobre la percepción de que su Gobierno está más centrado en la política exterior y en el diálogo con grandes intereses económicos que en los problemas cotidianos de los ciudadanos estadounidenses, asuntos que prometió abordar durante su mandato.
Hasta el momento, las políticas del presidente han estado centradas en el ataque a la emigración y en la lucha internacional contra supuestas bandas de narcotráfico, lo cual, según advierten los analistas, no resonaría mucho con los ideales de MAGA.
El aumento del costo de vida, los precios de la atención médica y la falta de resultados visibles en la economía son algunas de las principales inquietudes que surgen entre los votantes.
Un sondeo interno de Rasmussen, citado por fuentes cercanas, indica que muchos simpatizantes consideran que Trump no ha cumplido su promesa de “drenar el pantano” en Washington, una de las consignas centrales de su discurso político. En este marco, Mitchell habría instado al mandatario a redirigir su gestión hacia un “populismo económico pragmático” para evitar una mayor desmovilización del electorado.
El malestar se manifiesta también en temas simbólicos para el movimiento MAGA. Uno de ellos es la falta de avances en la desclasificación de documentos relacionados con el fallecido Jeffrey Epstein, una exigencia recurrente entre sus seguidores que ven ese caso como prueba del encubrimiento de las elites políticas y financieras. Para estos sectores, el silencio de la Casa Blanca ha sido interpretado como una señal de alineamiento con los intereses que Trump prometió combatir.
Las tensiones internas se reflejan además en el distanciamiento de figuras que, hasta hace poco, eran aliadas cercanas del presidente. Entre ellas se destaca la congresista Marjorie Taylor Greene, quien hace poco ha manifestado su frustración y ha alertado que “la base está desilusionada” ante lo que considera incumplimientos de promesas fundamentales.
Decrece también el apoyo de los votantes latinos
El desgaste no se limita a la base tradicional del trumpismo. En comunidades clave como la cubanoamericana en Florida, que históricamente ha sido un pilar de su apoyo entre votantes latinos, comienzan a señalarse signos de fragmentación. Aunque el presidente mantiene un apoyo significativo entre los cubanos de mayor edad y perfil conservador, encuestas y análisis recientes señalan una disminución del entusiasmo entre los cubanos más jóvenes y entre migrantes que se sienten afectados por políticas migratorias más restrictivas y por la continua incertidumbre económica.
En un contexto más amplio, el respaldo a Trump entre comunidades migrantes y votantes latinos en general muestra una tendencia a la baja. El descontento no se traduce necesariamente en un apoyo automático al Partido Demócrata, pero sí en una menor movilización y un aumento del escepticismo hacia el liderazgo republicano.
Aunque Trump conserva un apoyo mayoritario dentro del Partido Republicano, diversos sondeos reflejan indicios de desgaste tanto en su aprobación interna como a nivel nacional. Para analistas conservadores, el principal riesgo no es una ruptura inmediata del movimiento MAGA, sino una erosión gradual de la coalición que llevó al presidente de regreso a la Casa Blanca.


