Foto: Ministerio de Turismo / Facebook
Un mensaje reciente del Ministerio de Turismo de Cuba en sus redes sociales ha reavivado la controversia en torno a la Torre K, el lujoso hotel oficialmente conocido como Iberostar Selection La Habana, que se inauguró a principios de este año en el corazón del Vedado habanero.
Este comunicado estuvo dirigido a aquellos que se burlaron de la anterior promoción del hotel, realizada el 5 de diciembre, convirtiendo su defensa en un nuevo episodio de confrontación pública en un contexto de creciente malestar social.
El mensaje afirmaba que “nosotros, quienes defendemos nuestras raíces, entendemos que Cuba no se observa desde el chiste ni desde la burla: se contempla desde la historia que nos trajo hasta aquí y desde la voluntad de avanzar, aun con carencias, con la certeza de que lo nuestro tiene valor y se defiende”.
El Ministerio calificó las reacciones como “injustas” y sostuvo que no solo afectan a una entidad oficial, sino que también impactan valores fundamentales de la identidad nacional, reforzando así su rechazo al tono humorístico y sarcástico utilizado por miles de usuarios.
La declaración subrayó que La Habana mantiene un carácter simbólico que no debe reducirse a apagones, colas y deterioro, en un intento por contrarrestar los comentarios que utilizaron precisamente esas carencias para cuestionar el proyecto.
El descontento social hacia el hotel se fundamenta en el contraste entre la gran inversión estatal y la escasez de suministros en hospitales, farmacias y servicios esenciales, un escenario que agudiza la percepción de desigualdad y desperdicio.
La institución defendió la construcción de La Torre K como parte del derecho de la nación a progresar, pese a las críticas que cuestionan la prioridad dada al turismo sobre servicios básicos que se encuentran en estado crítico.
Las reacciones a esta nueva publicación no tardaron en llegar, y uno de los primeros en expresar su opinión fue el periodista José Raúl Gallego, quien apuntó que “injusto resulta que los cubanos no puedan decidir pacíficamente el destino del país”.
El también profesor radicado en México añadió que igualmente es injusto que “ustedes, junto a los militares dueños de los hoteles, estén saqueándonos y explotando a los trabajadores, quedándose con más de la mitad del salario que pagan por ellos los empleadores extranjeros”.
Por otro lado, el reconocido activista Guillermo Rodríguez Sánchez afirmó que “no les bastó que el pueblo se burlara de ustedes en la anterior publicación y manifestara su opinión en masa, que es la única forma que no pueden reprimir, y vienen por una segunda dosis de verdades”.
Rodríguez agregó que “ese hotel es la vergüenza de un país, en ese hotel se gastó el dinero que podría tener al pueblo con corriente, descarados”, reforzando la idea de que la obra simboliza un modelo económico desconectado de las necesidades urgentes de la población.
