Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
Las críticas surgieron en redes sociales después de que Susely Morfa González, primera secretaria del Partido Comunista en Villa Clara, atribuyera al bloqueo estadounidense el declive de la producción de huevos en Cuba, un sector que enfrenta uno de sus momentos más graves en décadas.
La reacción se desencadenó tras una publicación de la funcionaria en X, donde argumentó que la falta de insumos esenciales para la industria avícola se debe directamente a las sanciones impuestas por EE.UU.
Según sus palabras, “como consecuencia del bloqueo, los medicamentos para asegurar la salud aviar no llegaron a tiempo, provocando pérdidas en la masa animal”. Asimismo, añadió que “la falta de importación de equipamientos avícolas impidió aumentar la capacidad de crianza”.
🚫🐔 Como consecuencia del bloqueo, los medicamentos para garantizar la salud aviar no llegaron a tiempo, provocando pérdidas en la masa animal.
Además, la falta de importación de equipamientos avícolas impidió aumentar la capacidad de crianza.#TumbaElBloqueo pic.twitter.com/6hlKYgfP4q
— Susely Morfa González (@SuselyMorfaG) November 26, 2025
No obstante, su mensaje encontró rápidamente una ola de escepticismo entre los usuarios. Muchos recordaron que Cuba mantiene relaciones comerciales con varios países y que el embargo no impide la compra de alimentos o medicamentos.
La discusión se expandió de inmediato con preguntas de usuarios tales como: “¿Dónde está el bloqueo si pueden comerciar con el resto del mundo?” o “¿No hay medicamentos en España, República Dominicana, Venezuela, México? ¿Dónde está el impedimento?”.
Las declaraciones de Morfa llegan en un periodo de serio deterioro para el sistema avícola estatal. El sector enfrenta carencias estructurales de pienso, equipos y medicamentos, mientras que la producción de huevos sigue cayendo hasta llegar a niveles históricos, dejando a la población con acceso casi nulo a un alimento que tradicionalmente ha sido económico y esencial en la dieta nacional.
En los meses recientes, el propio gobierno ha tenido que reconocer la magnitud del problema. El periódico estatal Granma, por ejemplo, ha publicado reportes que admiten el malestar popular y las enormes dificultades para mantener la venta regulada. Intentos para aliviar la crisis, como el programa de “huevos cooperados”, han generado apenas mejoras puntuales en áreas rurales, sin un impacto real en la oferta general.
Economistas, tanto dentro como fuera de Cuba, apuntan que la raíz del colapso no radica en el embargo, sino en problemas internos más profundos como un modelo productivo altamente centralizado, decisiones estatales que favorecen sectores como el turismo y políticas que no incentivan a los productores.
