Foto: Qatar Fund For Development | X
Texto: Fede Gayardo
La delicada infraestructura energética de Cuba suma un nuevo capítulo, esta vez con un posible respiro a nivel internacional. Mientras el occidente del país se esfuerza por recuperarse del más reciente apagón general y el oriente sigue lidiando con las secuelas de la última temporada ciclónica, un anuncio desde Doha ofrece un rayo de esperanza para tres provincias clave: Artemisa, Mayabeque y La Habana.
La Fundación de Qatar para el Desarrollo (QFFD) anunció durante el fin de semana la concesión de una subvención de 4.5 millones de dólares al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). El objetivo, según explicó la institución, es fortalecer la recuperación energética en dichos territorios, que fueron gravemente afectados por el huracán Rafael en 2024.
La firma del acuerdo tuvo lugar durante el Foro de Doha 2025, en presencia de Su Excelencia el Jeque Thani bin Hamad Al Thani, presidente del Consejo de Administración de la QFFD.
El documento fue firmado por Fahad Hamad Al-Sulaiti, director general de la fundación, y Alexander De Croo, administrador del PNUD, con la participación del viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío.
وقّع صندوق قطر للتنمية اتفاقية منحة بقيمة 4.5 مليون دولار أمريكي مع برنامج الأمم المتحدة الإنمائي، بهدف إعادة توفير خدمات الطاقة في مقاطعات أرتيميسا وميابيكوي وهافانا في كوبا، التي تضررت بشدة جرّاء الأعاصير. وسيُسهم هذا الدعم في استعادة الخدمات العامة الأساسية، بما في ذلك المرافق… pic.twitter.com/sMDwufGs8M
— Qatar Fund For Development صندوق قطر للتنمية (@qatar_fund) December 6, 2025
El apoyo de Qatar se enfoca en sectores críticos de la Isla, como centros de salud, escuelas y sistemas de producción de alimentos. Según datos de la propia QFFD, la ayuda podría beneficiar a más de 2.2 millones de personas.
Desde La Habana, la oficina del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo celebró la decisión, destacando que la cooperación facilitará el acceso a la energía en áreas donde las afectaciones provocadas por fenómenos meteorológicos han sido particularmente graves. El organismo expresó su agradecimiento por el respaldo y destacó que la iniciativa contribuirá a restaurar servicios básicos para la población.
Todo esto ocurre en medio de los esfuerzos de la Unión Eléctrica por explicar la última interrupción del servicio. El apagón del miércoles pasado fue descrito oficialmente como una “caída parcial”, aunque dejó a varias provincias del occidente sin electricidad, incluida la capital.
Con un sistema eléctrico debilitado, la llegada de financiamiento internacional se percibe como un gesto oportuno para mitigar, al menos en parte, un panorama marcado por la precariedad y la incertidumbre.
