Foto: RRSS
Texto: Fede Gayardo
La Iglesia católica en Cuba se encuentra de luto este 18 de diciembre tras la noticia del fallecimiento, a los 96 años, de monseñor Héctor L. Peña Gómez, obispo emérito de Holguín.
La confirmación llegó del realizador cubano Manuel Alejandro Yong a través de su perfil en Facebook. Especificó que el deceso ocurrió “a las 3:45 am del 18 de diciembre de 2025, en la memoria de ‘Sta. María de la Esperanza’.”
Según la misma fuente, los restos del monseñor están siendo velados en la Santa Iglesia Catedral San Isidoro de Holguín, donde fieles, sacerdotes y miembros de la comunidad comenzaron a rendir homenaje a quien dejó una huella profunda en la historia pastoral de la región oriental.
La Misa de Exequias se llevará a cabo a las 3:00 de esta tarde, seguida del sepelio en el Cementerio de la ciudad. “Oremos por su eterno descanso”, añadió Yong en su mensaje de despedida.
Monseñor Peña Gómez nació el 18 de octubre de 1929 en Velasco, localidad del municipio Gibara, en la actual provincia de Holguín. Su vocación religiosa lo condujo a estudiar humanidades y filosofía en el Seminario San Basilio Magno de El Cobre, y, posteriormente, teología en el Seminario de Santo Tomás de Aquino en Santo Domingo, República Dominicana.
Fue ordenado sacerdote el 26 de junio de 1955 para la Arquidiócesis de Santiago de Cuba. Durante sus décadas de servicio pastoral, ocupó múltiples roles: coadjutor, capellán de comunidades religiosas, vicedirector de la Obra de Vocaciones en Holguín y párroco en diversas localidades del oriente cubano, incluyendo Victoria de Las Tunas, San Andrés, Puerto Padre y la parroquia de San Isidoro en Holguín, además de ejercer como vicario de la zona norte de la arquidiócesis santiaguera.
Su trayectoria episcopal se inició el 12 de enero de 1970, cuando el papa Pablo VI lo nombró obispo auxiliar de Santiago de Cuba y obispo titular de Novaliciana. La ceremonia de consagración tuvo lugar el 19 de marzo de ese mismo año en la iglesia de San Isidoro, en Holguín, presidida por el entonces representante del Vaticano en Cuba, Cesare Zacchi, junto a los obispos Pedro Claro Meurice Estiu y Francisco Ricardo Oves Fernández.
Un momento crucial en su legado se produjo en 1979, cuando el papa Juan Pablo II estableció la Diócesis de Holguín y lo designó como su primer obispo. Desde esta posición, dirigió la diócesis durante más de un cuarto de siglo, hasta que el 14 de noviembre de 2005 el papa Benedicto XVI aceptó su renuncia por motivos de edad.
Con el fallecimiento de monseñor Héctor L. Peña Gómez se cierra un capítulo esencial de la Iglesia en el oriente cubano: el de un pastor que acompañó a múltiples generaciones de fieles en tiempos complicados, con una presencia constante, discreta y profundamente arraigada en la vida de su pueblo.



