Foto: Cuba Noticias 360
Por segundo día consecutivo, el mercado informal de divisas en Cuba presenta una imagen poco común en los últimos meses: estabilidad. El precio del dólar y el MLC en Cuba se ha mantenido sin cambios, justo durante y después del anuncio oficial sobre la transformación del mercado cambiario.
La coincidencia temporal no pasa desapercibida. Apenas un día atrás, el Banco Central de Cuba comunicó la implementación de un nuevo esquema con tres tasas de cambio: dos fijas y una flotante, con el objetivo declarado de frenar la especulación y disminuir las brechas monetarias.
Transformación cambiaria en Cuba: tres tasas de cambio para el dólar
No obstante, el comportamiento del mercado informal, que durante años ha sido el principal referente real de precios, parece estar, por el momento, en un estado de espera.
Mercado informal cubano: observa pero aún no reacciona
En lugar de una caída abrupta o un repunte inmediato, lo que se percibe es cautela. Compradores y vendedores parecen estar evaluando la situación antes de tomar decisiones o, simplemente, no ha transcurrido el tiempo suficiente para que los efectos reales de la política sean comprendidos y el pueblo cubano reaccione.
Esta aparente calma no necesariamente indica confianza en la reforma, sino más bien incertidumbre. La calma antes de la tormenta es, en muchos casos, solo una calma aparente, y en esta ocasión, la tormenta que se avecina es monetaria y podría llevar consigo a un país entero (otra vez), como ya lo han hecho los ordenamientos, reordenamientos y ajustes a dichos reordenamientos.
Las transformaciones cambiarias y sus efectos no se sienten de inmediato, y tanto economistas como ciudadanos lo saben; también son conscientes de que, sin un aumento en la producción nacional ni una mayor oferta de bienes y servicios, el riesgo de que los ajustes se traduzcan en presiones inflacionarias sigue latente.
Además, persisten dudas sobre quiénes se beneficiarán primero de este nuevo esquema. Mientras que el Estado y ciertas empresas podrían acceder a divisas en condiciones más favorables, las familias deberán decidir si continúan dependiendo del mercado informal para cubrir necesidades básicas o si optan por las nuevas tasas del Estado.
La pregunta permanece abierta: ¿Estamos ante un verdadero punto de inflexión o simplemente ante una pausa antes de que el mercado vuelva a moverse?
Este mismo jueves 18 de diciembre, el Banco Central ha publicado la nueva tasa. Parece que habrá que esperar poco para saber cómo reaccionará el mercado informal, pero en Cuba, la experiencia reciente sugiere prudencia. La estabilidad actual podría ser solo el silencio previo a ajustes más visibles, ya sea para bien o para mal, una vez que la transformación cambiaria empiece a mostrar sus efectos reales en los precios, los salarios y el consumo diario.
Por ahora, el mercado observa. Y cuando el mercado observa en Cuba, casi nunca es por tranquilidad, sino por anticipación.
