Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, reaccionó de manera contundente al asalto estadounidense a un petrolero venezolano en el Mar Caribe, describiéndolo como una clara violación del Derecho Internacional.
“Cuba expresa su total apoyo a la declaración de denuncia del gobierno de Venezuela y condena enérgicamente el ataque a un buque petrolero en el Mar Caribe, llevado a cabo por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos”, escribió el mandatario en su perfil de Facebook.
Díaz-Canel fue más allá al considerar que el hecho tiene un carácter abiertamente ilegal: “Esto constituye un acto de piratería, violatorio del Derecho Internacional y una escalada en la agresión contra ese país hermano”.
Estas declaraciones del presidente cubano surgen tras la confirmación de Washington sobre la incautación de un petrolero frente a las costas de Venezuela.
“Acabamos de incautar un petrolero frente a la costa de Venezuela, un petrolero grande, muy grande; de hecho, el más grande que se haya incautado jamás”, anunció el presidente estadounidense, Donald Trump, desde la Casa Blanca.
La acción, que rápidamente movió los mercados y elevó los precios del crudo, profundiza el conflicto político y económico entre EE.UU. y Venezuela.
Caracas respondió con un comunicado en el que calificó el hecho como “un robo descarado y un acto de piratería internacional”, asegurando que es parte de una campaña estadounidense que “responde a un plan deliberado de despojo de nuestras riquezas energéticas”.
El gobierno venezolano también adelantó que “acudirá ante todas las instancias internacionales existentes para denunciar este grave crimen internacional” y que defenderá su soberanía “con determinación absoluta”.
Videos difundidos horas antes por la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, mostraron a militares norteamericanos abordando el buque desde aeronaves. Bondi detalló que el FBI, el Servicio de Investigaciones de Seguridad Nacional y la Guardia Costera, con apoyo del Departamento de Defensa, “ejecutaron una orden de incautación contra un buque cisterna de crudo utilizado para transportar petróleo sancionado de Venezuela e Irán”.
Aseguró también que la operación fue “de forma segura y sin incidentes” y que las investigaciones sobre “el transporte de petróleo sancionado” continuarán.
Cuba ha respaldado en múltiples ocasiones la postura venezolana frente a incursiones o acciones estadounidenses en el Caribe, especialmente aquellas que involucran embarcaciones civiles o petroleras.
La Habana sostiene que este tipo de operaciones son parte de una política agresiva de Washington en la región, caracterizada por sanciones, confiscaciones de activos energéticos y presiones diplomáticas.



