Foto: RL Hevia
A menos de 72 horas de finalizar la segunda Cuban Boxing Night en Varadero, la Federación Cubana de Boxeo (FCB) sorprendió al anunciar su participación en el Mundial de la polémica Asociación Internacional de Boxeo (IBA), programado del 3 al 13 de diciembre en Dubái. Esta decisión no había sido comunicada anteriormente, a pesar de su evidente relevancia.
El portal especializado Jit confirmó, en una breve nota, que la diminuta delegación isleña estará compuesta por los doble campeones olímpicos Julio César La Cruz (92 kg) y Arlen López (80), además del subtitular universal de 2023 Fernando Arzola (+92) y Giorvis Salfrán (51), medallista de plata en la Copa del Mundo realizada este mismo año en Colonia.
El presidente de la federación, Alberto Puig de la Barca, se limitó a indicar que el torneo servirá como preparación para futuros compromisos en el ámbito profesional, ofreciendo una explicación breve que evitó ahondar en los motivos reales detrás de esta repentina confirmación.
La falta de detalles aclara el porqué de la ausencia de La Cruz y López en Varadero el sábado anterior, a pesar de que ambos habían sido figuras clave en la primera edición de estas carteleras profesionales organizadas por la promotora Agon Sports.
Asimismo, no se aclaró por qué el Inder esperó hasta prácticamente el inicio del Mundial para hacer público el viaje, cuando la invitación de la IBA debió llegar meses antes y la aceptación de Cuba tendría que haberse concretado con suficiente anticipación para permitir una planificación adecuada.
Este manejo discreto de la información sugiere posibles preocupaciones sobre las repercusiones de mantener la relación con la IBA, una entidad sancionada por el Comité Olímpico Internacional (COI) debido a serios problemas de gobernanza, y cuya relación con Cuba se suponía enfriada desde la decisión de unirse a World Boxing.
Es importante recordar que la FCB acató el mandato del COI y se integró en mayo a World Boxing, la nueva entidad encargada de regular el boxeo olímpico y sus procesos clasificatorios, además de haber competido en su primer campeonato mundial celebrado en Liverpool en septiembre.
La participación en Dubái demuestra que esta afiliación no implicó una ruptura total con la IBA, con la cual Cuba había mantenido una histórica relación cercana, que en su momento fue elogiada y agradecida públicamente por el apoyo recibido y su contribución al desarrollo del boxeo en la isla.
Queda por ver si esta doble alineación generará consecuencias concretas para el boxeo cubano, que ahora enfrenta también el reto de recuperarse tras la decepcionante actuación en Liverpool, donde por primera vez en su historia el país finalizó un mundial sin títulos y con apenas tres medallas de bronce.
