Foto: Periódico Ahora / Facebook
El Gobierno cubano ha formalizado la utilización de contenedores marítimos como viviendas en Santiago de Cuba, una medida que, lejos de ser temporal, ha sido presentada por el diario Granma como una “solución prioritaria” ante la crisis exacerbada por el huracán Melissa. Según cifras oficiales, más de 137 000 viviendas resultaron afectadas en esta provincia.
En municipios como Segundo Frente y Santiago de Cuba, donde todavía hay familias en situaciones vulnerables, la directriz estatal es clara: transformar contenedores en hogares. Esta iniciativa no surgió a raíz del huracán; medios oficiales ya la estaban promoviendo desde agosto pasado como un “proyecto innovador” en provincias como Las Tunas.
Aunque se presenta como una innovación, tanto especialistas como ciudadanos lo ven como una solución superficial. La extensión del plan a Guantánamo, Santiago y Holguín después del ciclón confirma la falta de recursos para rehabilitar viviendas tradicionales. El Estado opta por estructuras rápidas y económicas, aunque no se ha especificado cómo se adaptarán al clima tropical ni quién velará por su habitabilidad.
El semanario ¡ahora!, órgano del PCC en Holguín, calificó los contenedores como “viviendas seguras, resistentes y dignas”. Sin embargo, esta descripción ha generado críticas en redes sociales: los usuarios cuestionaron por qué no se implementan primero para funcionarios si realmente son tan viables, y destacaron la carencia de sistemas esenciales como ventilación o aislamiento térmico.
Hasta el momento, ninguna autoridad ha proporcionado información sobre cuántos contenedores están disponibles ni qué criterios se seguirán para su asignación. Tampoco se ha aclarado cómo se adaptarán para albergar a familias numerosas, personas mayores o con enfermedades crónicas, en un país donde las temperaturas superan regularmente los 30 °C.
Los datos del Ministerio de la Construcción indican que, al finalizar marzo de 2025, el déficit habitacional nacional excede las 805 000 viviendas. De estas, más de 400 000 necesitan ser construidas desde cero. Sin embargo, en el primer trimestre del año, solo se levantaron 2 728 hogares en todo el país, cumpliendo apenas el 12% del plan estatal.
La raíz del problema va más allá del huracán. La industria nacional de materiales sigue estancada, con bajos niveles de producción de cemento, acero, carpintería y elementos de pared. A esto se suma la falta de divisas para importar insumos, lo que convierte cada proyecto de construcción en un reto logístico y financiero.



