Foto: Ainara Quesada | Instagram
Texto: Fede Gayardo
Un reciente video de la tiktoker Ainara Quesada provocó una oleada de reacciones al mostrar el caos constante del Aeropuerto Internacional José Martí. Con solo unos segundos de imágenes y un audio que alude a un “trauma”, la joven desencadenó un torrente de comentarios que, lejos de sorprender, confirmaron una verdad repetida hasta el cansancio por quienes han pasado por allí.
La publicación, que se volvió viral en cuestión de horas, actuó como un catalizador para una catarsis colectiva. Los usuarios comenzaron a compartir sus experiencias en el aeropuerto habanero, delineando un panorama caracterizado por desorden, calor insoportable, largas esperas y una burocracia que, según muchos, se acompaña de corrupción en sus formas más habituales.
Entre las historias más mencionadas estaban las maletas perdidas que reaparecen horas después, los pagos en dólares exigidos por empleados para “ayudar” a acelerar trámites, los apagones que paralizan la terminal y las colas que parecen no avanzar nunca.
@ainaraquesada__ Aeropuerto José Marti, mi peor pesadilla #cuba #aeropuerto #trauma ♬ sonido original – Druni
Los testimonios no dejaron lugar a dudas. Una joven resumió su sentir con una frase que se repitió entre los comentarios: “Literal, el trauma de mi vida, pero estar con la familia lo vale todo”.
Otra usuaria reveló que en su último viaje le robaron comida del equipaje. Muchos expresaron sentir ansiedad antes de cada vuelo a Cuba porque no saben si sus pertenencias llegarán completas o cuánto tiempo pasarán atrapados en migración.
Hubo quienes consideraron que Ainara tuvo “suerte”, ya que, según ellos, en su caso había electricidad y las cintas de las maletas funcionaban, un escenario que dista de ser el habitual, como indicaron.
También surgieron relatos de esperas superiores a dos horas para recoger equipajes, seguidas de revisiones innecesarias que solo aumentan el malestar. Y entre comentario y comentario, se repetía una conclusión: la experiencia del aeropuerto es un reflejo nítido de un país donde las fallas se arrastran, se normalizan y rara vez se solucionan.
Más allá de la denuncia colectiva, Ainara compartió también fragmentos de su viaje. Contó que visitó a su familia, probó los sabores que recordaba de la infancia y caminó por una Habana que siempre sorprende, para bien o para mal.
Regresó incluso al lugar donde vivió la familia de su padre, un sitio que ya no existe pero que guardaba una historia dura de 14 personas hacinadas en un espacio mínimo y sin baño privado. “Qué manera tan diferente de crecer hemos tenido mi familia y yo”, comentó al recordar ese lugar.
La joven, hija de madre española y padre cubano, lleva tiempo hablando en redes sobre lo que significa vivir entre dos identidades. “Nunca te sientes de ningún sitio, nunca eres lo suficiente de ningún lado”, confesó en un video anterior. Sin embargo, su regreso a Cuba en 2024, después de doce años sin visitar la isla, le provocó algo inesperado: “Por primera vez sentía que pertenecía a algún sitio”, dijo.
Uno de los momentos más comentados de su viaje fue un video donde aparece bailando con su abuela cubana, una escena que sus seguidores celebraron por la ternura y la conexión que transmite.
Aunque sus días en la Isla fueron marcados por reencuentros y emociones, el video del aeropuerto terminó acaparando la conversación. Porque para miles de cubanos dentro y fuera del país, lo que debería ser la puerta de entrada a casa se ha vuelto un punto de tensión constante.



