Foto: Archivo CN360
Texto: Fede Gayardo
El cerco financiero que afecta a la economía cubana desde hace varios meses ha tomado una nueva forma, aunque aún no cuenta con reconocimiento oficial. Diversas fuentes empresariales y diplomáticas han confirmado a la agencia EFE que el Gobierno cubano está notificando a empresas extranjeras que no podrán retirar ni enviar al extranjero las divisas actualmente depositadas en bancos del país. Estos fondos quedan, de facto, inmovilizados.
Como alternativa, las autoridades han comenzado a ofrecer la apertura de unas cuentas bancarias diferentes, denominadas “reales”. Según un informe de la revista no estatal OnCuba, que cita a la agencia española, estas cuentas solo pueden ser alimentadas con dinero fresco proveniente del extranjero y, a diferencia de las cuentas tradicionales, permiten transferencias internacionales y retiros de efectivo.
Este esquema replica el mecanismo que el gobierno implementó a principios de año con un pequeño grupo de empresas, un proceso que ahora se está expandiendo al resto del sector extranjero.
La iniciativa se enmarca en el nuevo sistema de gestión y asignación de divisas contenido en el Programa de Gobierno para Corregir Distorsiones y Reimpulsar la Economía, el paquete anticrisis recientemente divulgado por las autoridades.
No obstante, algunas compañías extranjeras señalan que incluso estas cuentas “reales” presentan obstáculos para extraer efectivo o repatriar fondos, lo que indica que el problema de liquidez es mucho más profundo.
Mientras se lleva a cabo esta reestructuración bancaria para el sector empresarial, la Cancillería cubana convocó este miércoles al cuerpo diplomático para comunicar un método similar que busca aliviar las tensiones financieras de embajadas y representaciones extranjeras, aunque sin obligarlas a abrir cuentas “reales”.
Según les informaron, pronto se anunciará una “fecha clave”: los depósitos en divisas que ingresen a partir de ese día podrán, al menos en teoría, ser retirados y enviados fuera del país. En cambio, sobre los fondos depositados anteriormente, no hay garantía de disponibilidad.
Los anuncios se producen en medio de una crisis económica, financiera y bancaria cada vez más evidente. Muchas empresas extranjeras reportan serias dificultades derivadas de la falta de liquidez del sistema estatal y una tasa de cambio oficial completamente desfasada, donde las personas jurídicas están obligadas a operar a 24 pesos por dólar (USD), mientras que el mercado informal supera los 450 pesos por USD.
Este nuevo movimiento también surge después de que, meses atrás, el Gobierno informara de manera sorpresiva a todas las entidades extranjeras que debían comenzar a pagar en USD tanto los alquileres de inmuebles arrendados a inmobiliarias estatales como los salarios de sus empleados, gestionados a través de una empleadora estatal que cobra una comisión.
Tanto el Gobierno cubano como el Banco Central de Cuba no han ofrecido explicaciones públicas sobre esta estrategia ni sus causas. Expertos consultados por EFE sostienen que las autoridades habrían recurrido a las divisas depositadas en las cuentas bloqueadas para realizar pagos al exterior, lo que explica, en parte, la imposibilidad actual de que las empresas dispongan libremente de su propio dinero.



