Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
Una denuncia por supuesta negligencia médica en Santiago de Cuba ha conmocionado a la Isla, tras conocerse el caso de Sheila Sinai Escobar Puente, una niña de apenas un año y dos meses que se encuentra en estado crítico después de una serie de decisiones médicas que su familia considera gravemente erróneas.
El caso fue difundido por su tío, Richard Puente Barreiro, quien compartió en redes sociales que la pequeña fue admitida el 17 de noviembre de 2025 en el Hospital Pediátrico Juan de la Cruz Martínez Maceira, conocido como la ONDI, presentando fiebre, vómitos, diarrea y deshidratación leve.
A pesar de ello, la doctora de guardia le administró un suero de dextrosa al 30% y la envió de vuelta a casa, una acción que la familia califica como el inicio de una crisis devastadora. Minutos más tarde, la niña comenzó a convulsionar, experimentó fiebre alta y tuvo que ser trasladada de urgencia a terapia intensiva, donde los médicos diagnosticaron cetoacidosis diabética.
Sheila presentó diabetes tipo 1 con una glucemia de 34 mmol/L, un pH de 6, taquicardia y convulsiones persistentes, y actualmente se encuentra entubada, en estado crítico y con fallo multiorgánico que afecta su cerebro, hígado, riñones y miocardio. Según la denuncia, la niña incluso sufrió un paro cardíaco de 10 minutos.
Los familiares responsabilizan directamente al personal médico por la administración “negligente” del suero hiperglucémico, convencidos de que ese error provocó la descompensación metabólica que mantiene a la niña entre la vida y la muerte.
Aseguran que ya presentaron una queja formal ante la dirección del hospital y exigen sanciones severas para los responsables. Puente agregó que los médicos “ahora intentan justificar el daño alegando la presencia de un virus”, a pesar de que él sostiene que el verdadero desencadenante fue el uso inapropiado de la dextrosa al 30%.
En su publicación, solicitó a la comunidad médica, a las autoridades sanitarias y a la sociedad cubana que no permitan que este caso quede sin justicia: “Sheila merece justicia. Su familia merece respuestas. Y otros niños merecen atención responsable.”
Usuarios en redes recuerdan que, lamentablemente, el caso de Sheila no es un hecho aislado. En Camagüey, por ejemplo, una madre y su hija recién nacida fallecieron recientemente tras otra presunta negligencia en el Hospital Materno Ana Betancourt.
Incluso profesionales del sistema de salud han comenzado a manifestar sus tensiones éticas. Un médico en Holguín, por ejemplo, reconoció haber tenido que comprometer sus principios debido a la escasez y las imposiciones administrativas, lo que evidencia una crisis institucional que va más allá de simples errores individuales.
Las denuncias ciudadanas se multiplican mientras que la capacidad de respuesta institucional se reduce, y lo que antes se consideraba un servicio de referencia hoy enfrenta serios problemas para mantener estándares mínimos de atención. En medio de esta crisis, familias como la de Sheila quedan expuestas a fallos que pueden costar vidas, sin garantías claras de justicia ni de cambios que eviten futuras tragedias.



