Foto: RRSS
Texto: Fede Gayardo
Las consecuencias del huracán Melissa siguen teniendo un fuerte impacto en el oriente de Cuba, donde más de 45 mil viviendas han sufrido daños tras el paso del fenómeno meteorológico el pasado 29 de octubre.
De acuerdo con los últimas informaciones del Consejo de Defensa Nacional, la mayoría de los daños se deben a techos arrancados o colapsados, una situación que ha llevado a las autoridades a iniciar la distribución urgente de tejas y materiales para cubrir techos, todo esto en un contexto de escasez crónica de recursos de construcción en el país.
A nivel social, las cifras son alarmantes: más de 120 mil personas todavía se encuentran en centros de evacuación o alojadas en casas de familiares, mientras que en el sector educativo se reportan 1.552 escuelas afectadas, de las cuales alrededor de 200 han sido reparadas. Más de 14 mil evacuados siguen hospedados en instalaciones del sistema escolar.
La infraestructura de salud no ha quedado al margen del desastre. El Ministerio de Salud Pública indicó que 461 instalaciones resultaron afectadas, incluyendo hospitales, policlínicas, farmacias y consultorios, lo que ha dificultado la atención en comunidades rurales que están incomunicadas.
En el sector agrícola, los primeros reportes estiman que unas 78.700 hectáreas de cultivos han sido dañadas, con un impacto considerable en las plantaciones de plátano.
“Las mayores tensiones se han vivido en Río Cauto, aunque el nivel del agua ha comenzado a bajar”, comentó la gobernadora de Granma, Yanetsy Terry Gutiérrez, al referirse a las inundaciones que arrasaron zonas productivas y poblados enteros.
La funcionaria añadió que en el municipio de Guamo, en Las Tunas, se evacuaron alrededor de 3.000 personas, un proceso que “ya concluyó exitosamente”, según especificó.
Respecto a la recuperación del servicio eléctrico, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, informó que el avance es desigual entre provincias. En Las Tunas, la recuperación ha alcanzado el 94,5 %; mientras que en Holguín apenas se llega al 40,5 %, utilizando sistemas locales de generación temporal.
Por su parte, Granma ha restablecido el 50,4 % del suministro mediante islas energéticas y la instalación de una línea provisional de 110 kilovoltios tras el colapso de varias torres.
En Santiago de Cuba, múltiples circuitos están listos “a la espera de la conexión de Renté”, y en Guantánamo el servicio ha sido restablecido en un 58,7 %, también a través de sistemas independientes. Hasta el momento, se han contabilizado 339 transformadores eléctricos dañados desde Las Tunas hasta Guantánamo.
El paso de Melissa ha dejado un panorama de reconstrucción complicado y desigual, donde los esfuerzos por restablecer servicios básicos avanzan lentamente frente a la magnitud de los destrozos en viviendas, cultivos e infraestructura.



