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Texto: Fede Gayardo
Las autoridades sanitarias de la República Dominicana han intensificado esta semana sus mecanismos de vigilancia epidemiológica tras la confirmación de que tres viajeros provenientes de Cuba dieron positivo por chikungunya. Aunque estos casos fueron detectados a través del sistema rutinario de monitoreo, el Ministerio de Salud destacó que no hay transmisión comunitaria en el país.
El ministro de Salud de la nación, Víctor Atallah, hizo hincapié en enviar un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía. “La población puede estar tranquila porque estamos monitoreando la situación todos los días y contamos con equipos en terreno. Lo importante es redoblar la prevención”, aseguró, explicando que las autoridades están observando el comportamiento del virus en el Caribe, donde Cuba ha registrado un aumento notable de pacientes.
Los casos fueron confirmados en el Laboratorio Nacional de Referencia Dr. Defilló, conforme al protocolo nacional para la identificación temprana de arbovirosis. El chikungunya, que es transmitido por los mosquitos Aedes aegypti y Aedes albopictus, a menudo causa intensos dolores articulares y fiebre, síntomas que pueden confundirse con los del dengue.
Frente al contexto regional, la respuesta de la República Dominicana se ha ampliado. Brigadas de control vectorial han intensificado las fumigaciones y la eliminación de criaderos en diversas comunidades, mientras que equipos de salud llevan a cabo búsquedas activas de casos febriles. Al mismo tiempo, se continúan realizando operativos de supervisión sanitaria en aeropuertos, puertos y puntos fronterizos.
Los centros de salud del país también han actualizado sus protocolos de actuación para garantizar la capacidad de diagnóstico y el tratamiento oportuno si fuese necesario. Estas medidas, destacó el Ministerio, están alineadas con las recomendaciones de la OPS/OMS para prevenir la reintroducción del virus en áreas libres de transmisión.
Además, las autoridades reiteraron su invocación a la población para que mantenga medidas básicas de prevención en el hogar: eliminar los depósitos de agua, tapar los tanques, utilizar repelentes y colaborar con las jornadas de fumigación y orientación comunitaria, que son fundamentales para cortar cualquier posibilidad de propagación.
