Habitantes de Santiago bloquean una vía con desechos en señal de protesta por la falta de atención gubernamental.

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Foto: Cuba Noticias 360

Texto: Fede Gayardo

En Santiago de Cuba, la paciencia de sus habitantes ha llegado nuevamente a su límite. Los vecinos del reparto Mariana de la Torre decidieron bloquear completamente la calle Cristina con montones de basura, como señal de protesta contra la inacción de los servicios comunales y la Empresa Eléctrica, que durante días han ignorado las demandas de la comunidad.

Este episodio fue reportado por el periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada, quien explicó en su página de Facebook que los residentes optaron por cerrar la vía después de convivir durante jornadas enteras con montañas de desechos que nadie se encargaba de recoger.

La situación se agravó cuando técnicos de la Empresa Eléctrica informaron que no podían restablecer el servicio debido a que los desperdicios bloqueaban el acceso a transformadores y líneas principales. Fue en ese momento que los vecinos, cansados del abandono, tomaron una decisión drástica.

“Basta ya”, gritaron algunos de los manifestantes mientras apilaban escombros y contenedores para obstaculizar el paso de vehículos, con el fin de forzar una respuesta de las autoridades.

Según Mayeta Labrada, tras el cierre, se presentaron agentes del orden y funcionarios locales, aunque hasta el momento no se ha confirmado que la Empresa Eléctrica o los servicios comunales hayan comenzado los trabajos de limpieza o reparación.

Los videos compartidos por el reportero muestran a los vecinos rodeados de basura, denunciando que las condiciones sanitarias son cada vez más precarias. “Esto no es un caso aislado, es la realidad cubana”, escribió Mayeta, refiriéndose a la crisis generalizada de servicios básicos que afecta a la población.

En los últimos meses, Santiago de Cuba ha enfrentado repetidas emergencias sanitarias debido a la acumulación de desechos y al aumento de enfermedades transmitidas por mosquitos, como el Aedes aegypti. Todo esto ocurre en medio de una profunda crisis económica y energética, con apagones diarios y un colapso casi total de la infraestructura urbana.

El cierre de la calle Cristina encapsula, en pocas imágenes, la desesperación de una ciudad agotada, donde los ciudadanos han comenzado a convertir su frustración en protestas visibles: basura contra abandono, calles bloqueadas contra el silencio estatal.

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