El valor del dólar en Cuba disminuye por tercer día seguido.

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Foto: Archivo CN360

El costo del dólar en Cuba experimentó un nuevo descenso este martes en el mercado informal, marcando tres días consecutivos de reducción en un contexto caracterizado por la inestabilidad, la especulación y el ataque directo del gobierno cubano hacia el medio independiente El Toque, debido a su tasa referencial para esta y otras divisas.

Según las principales plataformas que siguen el intercambio de divisas entre particulares, el USD se situó hoy entre 440 y 445 pesos cubanos (CUP), después de haber cotizado más alto a principios de la semana. Esta tendencia representa una ligera corrección tras varias semanas de incrementos significativos que llevaron a la moneda estadounidense a superar repetidamente sus máximos históricos.

Medios independientes y analistas señalan varios factores detrás de este descenso. Entre ellos está el anuncio del gobierno cubano sobre la posible activación de un “mercado cambiario oficial más ordenado”, lo que podría haber moderado de manera temporal las expectativas de compradores y vendedores. Además, se podría tratar de un ajuste natural en un mercado que venía registrando aumentos acelerados en poco tiempo.

No obstante, advierten que esta caída no debe ser interpretada como una recuperación del peso cubano ni como una señal de estabilidad económica. La inflación persistente, la escasez de divisas, la disminución del poder adquisitivo y los problemas para acceder a dólares en los canales oficiales continúan impulsando la demanda en el circuito informal.

A pesar de la disminución de estos días, el dólar aún se mantiene en niveles históricamente altos, lo que evidencia la profunda distorsión del sistema cambiario cubano y las presiones financieras que enfrenta la población.

En cuanto a la Moneda Libremente Convertible (MLC), este martes repuntó y se sitúa nuevamente en los 220 CUP, recuperando así los 5 pesos que había perdido en la jornada anterior.

¿Qué implica la caída del precio del dólar en Cuba?

Para responder a esta pregunta, es necesario repasar una opinión común entre economistas: aunque a primera vista pueda parecer un alivio para la economía doméstica, una caída en el precio del dólar, como la que se observa actualmente, responde más a correcciones coyunturales que a una auténtica recuperación del peso cubano.

Cuando el tipo de cambio desciende, la presión sobre los precios disminuye temporalmente. Una parte importante de los bienes que se comercializan en Cuba—especialmente los importados por emprendedores, los vendidos en MLC o los revendidos en la economía informal—depende directamente del valor del dólar. Por lo tanto, cuando la divisa baja, algunos comerciantes ajustan ligeramente sus precios o se aprovechan del momento para reabastecerse a un costo un poco menor.

Sin embargo, esta reducción rara vez se traduce en beneficios significativos para el consumidor final, ya que la inflación en la isla es estructural y no solo cambiaria.

La caída del dólar también afecta el comportamiento de compradores y vendedores en el mercado informal. Cuando la divisa retrocede durante varios días, muchos optan por esperar antes de realizar compras, con la esperanza de que baje aún más. Al mismo tiempo, quienes tienen dólares disponibles suelen apresurarse a venderlos para evitar pérdidas adicionales, lo que incrementa la oferta y puede reforzar la tendencia a la baja.

Otro efecto inmediato se puede observar en las remesas: cuando el dólar disminuye, el dinero enviado desde el exterior equivale a menos pesos cubanos, lo que reduce el poder adquisitivo de quienes dependen de ese ingreso. Para miles de familias cubanas, esta variación representa una diferencia tangible en su capacidad de compra.

¿Significa esto la llegada de la estabilidad?

A pesar de todo lo mencionado, una caída en el valor del dólar no debe ser interpretada como una señal de estabilidad o mejora económica.

La devaluación del peso cubano responde a factores profundos que no cambian con fluctuaciones temporales: la escasez de divisas en el sistema bancario, la baja producción interna, la inflación sostenida y un mercado informal que actúa como referencia nacional, debido a la falta de un sistema cambiario claro y funcional.

Así, cuando el precio del dólar en Cuba cae, se produce una breve distensión en el mercado, pero no una solución definitiva. La caída puede aliviar tensiones momentáneas, pero no transforma la realidad estructural de un país donde la moneda nacional sigue perdiendo capacidad de compra y donde la estabilidad depende de factores mucho más profundos que las fluctuaciones diarias de la divisa.

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