Cuba inicia investigaciones científicas sobre un fármaco para combatir el chikungunya.

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Foto: Cuba Noticias 360

Texto: Fede Gayardo

Las autoridades cubanas han dado a conocer el inicio de estudios científicos destinados a detener la propagación del chikungunya en la Isla, en el marco del renovado “Plan Nacional de Control de las Arbovirosis”, según informó el Ministerio de Salud Pública (MINSAP).

Ileana Morales Suárez, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del MINSAP, explicó que la estrategia de investigación se organiza en tres prioridades: “la reducción de la infestación del mosquito vector, la mejora del tratamiento clínico de la enfermedad y la mitigación de las secuelas articulares” que padecen muchos pacientes tras la fase aguda.

Morales Suárez señaló que estas directrices serán la base para los ensayos y proyectos que se activarán en las próximas semanas.

El primer ensayo clínico, que tendrá mayor visibilidad inmediata, evaluará la eficacia del fármaco cubano Juzvinza para aliviar las manifestaciones inflamatorias articulares persistentes en quienes han superado la infección.

Dicho estudio se llevará a cabo en centros hospitalarios de La Habana y Matanzas, como indicó la funcionaria, con el objetivo de ofrecer alternativas terapéuticas concretas ante el dolor crónico que aqueja a algunos pacientes.

María Guadalupe Guzmán Tirado, directora de Investigación, Diagnóstico y Referencia del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), explicó que la propagación del chikungunya en esta ocasión está vinculada a la baja inmunidad poblacional y a factores ambientales y estructurales como el clima cálido, la rápida urbanización, los problemas en el abastecimiento de agua y la acumulación de criaderos del mosquito Aedes.

Además, señalaron que estas condiciones agravan la vulnerabilidad en amplias zonas urbanas y semiurbanas. A ello se suma que la ciencia será el pilar que guíe tanto la toma de decisiones como la asignación de recursos.

Las autoridades sanitarias enfatizaron que la respuesta no se limitará a los ensayos clínicos; el plan incluirá medidas preventivas y de vigilancia entomológica para reducir la presencia del mosquito vector, así como intervenciones comunitarias para eliminar criaderos y campañas de comunicación dirigidas a fortalecer las medidas de control en los hogares.

El MINSAP también reiteró que los especialistas reunidos en torno al IPK subrayan que el cuadro clínico del chikungunya, que incluye fiebre súbita, erupciones y, sobre todo, intenso dolor articular, puede dejar secuelas que afectan la calidad de vida de los pacientes durante semanas o meses. Por lo tanto, las búsquedas terapéuticas con Juzvinza y otras propuestas buscan atender una necesidad real y frecuente en los consultorios.

El lanzamiento de estas investigaciones se produce en un contexto epidemiológico donde el país ha registrado un aumento en los casos y las autoridades están instando a la población a extremar las medidas de protección individual: uso de repelentes, eliminación de agua estancada en recipientes domésticos y protección de ancianos y personas con comorbilidades, quienes son especialmente vulnerables a las complicaciones.

Científicos del IPK también insistieron en que, además de las investigaciones farmacológicas, será fundamental fortalecer la vigilancia y la capacidad diagnóstica para diferenciar el chikungunya de otros arbovirus circulantes y poder articular respuestas rápidas ante brotes focales.

Para concluir, el MINSAP expresó que los resultados de los ensayos serán publicados y evaluados por comités científicos, con la expectativa de que, si se comprueba la efectividad y seguridad de Juzvinza, el fármaco pueda ser incorporado gradualmente a los protocolos clínicos nacionales para aliviar las secuelas articulares del chikungunya.

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