Adolescentes en estado de ebriedad obstaculizan el Paseo del Prado.

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Texto: Cuba Noticias 360

Foto de referencia: Shutterstock

Un grupo de jóvenes protagonizó un grave episodio de desorden público en la mañana de este lunes cerca del Parque Central, en La Habana, donde bloquearon un ómnibus del transporte público durante más de veinte minutos. El incidente, registrado en video y compartido por medios independientes, muestra a varios jóvenes acostados en la vía, realizando acrobacias y gestos obscenos para impedir el paso del vehículo.

Según el informe, los involucrados parecían estar bajo los efectos del alcohol o de otras sustancias, y actuaron motivados por lo que describieron como “diversión”. Aunque un agente policial llegó al lugar, su intervención no logró dispersarlos de inmediato, y fue el propio grupo quien, tras varios minutos de desorden, decidió marcharse por su propia cuenta.

Este tipo de incidentes se suma a un fenómeno cada vez más discutido en la capital: el consumo excesivo de alcohol entre los jóvenes como forma de escape ante las dificultades económicas, la falta de oportunidades y el desgaste social que atraviesa el país. La combinación de crisis económica, escasez, incertidumbre y malestar cotidiano está propiciando conductas de riesgo, indisciplina y episodios de violencia urbana.

Los problemas en el transporte público también han sido escenario de actos de vandalismo recientes. En agosto, la Empresa Provincial de Transporte informó que un ómnibus de la ruta P11 fue apedreado en Alamar, causando la rotura de una ventanilla. Días antes, otro vehículo de la ruta P12 sufrió daños similares al transitar por la avenida Boyeros, cerca de la Ciudad Deportiva.

A finales de julio, un microbús fue atacado a pedradas con pasajeros a bordo y, en otra ocasión, un chofer fue amenazado con un arma blanca durante su jornada laboral. La empresa de transporte ha calificado estos actos como “inadmisibles”, advirtiendo que ponen en peligro la seguridad de usuarios y trabajadores, y reflejan un creciente deterioro del orden social.

La repetición de hechos de este tipo en La Habana no solo evidencian el desgaste del sistema de transporte, sino también la profundización de una crisis social que acompaña y agrava la ya extendida crisis económica en la isla.

Para muchos ciudadanos, estos episodios son síntomas de un clima de frustración y descontrol que se vuelve cada día más visible en las calles de la capital.

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