FotoCollage: Luis Lacosta | Facebook
Texto: Fede Gayardo
El icónico edificio que albergó el Instituto Superior de Diseño (ISDI) ha sufrido un saqueo tras quedar desprotegido tras un derrumbe parcial. La denuncia fue realizada en las redes sociales por el cineasta cubano Luis Lacosta, quien describió lo sucedido como un “vandalismo absoluto”.
Según lo relatado por el realizador en su perfil de Facebook, la falta de seguridad permitió que intrusos se llevaran bienes materiales y documentos de gran importancia. Entre los objetos robados se mencionan muebles, mesas de dibujo, televisores, aires acondicionados e incluso trabajos académicos, incluidas tesis y ponencias que son parte del legado cultural e intelectual del diseño en la Isla.
“Esto es más que inquietante, ¿cómo se pudo dejar una institución universitaria en un estado tan deplorable?”, cuestionó Lacosta, mientras exigía respuestas a las autoridades.
Las imágenes que acompañan su denuncia evidencian la gravedad de los daños: ventanas y puertas arrancadas, la entrada principal desmantelada y un edificio expuesto al deterioro y al saqueo. Para el cineasta, la pérdida no solo afecta lo material, sino que también compromete la memoria académica y el patrimonio del diseño cubano.
Las reacciones no tardaron en llegar. En redes sociales, muchos usuarios atribuyeron la responsabilidad al Gobierno por la falta de protección del inmueble tras el derrumbe.
“Todo se está permitiendo que se destruya y no hay lógica en nada, pero claro, el Estado dueño de todo no se hace responsable de nada”, escribió un internauta. Otros fueron más allá, advirtiendo sobre la fragilidad de las instituciones culturales del país. “Qué vergüenza de país. Por supuesto que los museos están en riesgo. El robo ocurre a plena vista con total impunidad”, señaló otra usuaria.
Los exalumnos del ISDI también expresaron su indignación, lamentando lo sucedido con la universidad que formó a varias generaciones de diseñadores. “Es muy triste para quienes estudiamos allí. La historia del diseño desvencijada. Me pregunto si también estamos abriendo las puertas al vandalismo de nuestros museos y patrimonio”, escribió uno de ellos.
Vecinos de la comunidad confirmaron que, tras el derrumbe, no se notó vigilancia ni medidas de seguridad en el centro, lo que facilitó el saqueo. Algunos indicaron que los recursos asignados a su custodia o reparación podrían haber sido utilizados para reabrir el espacio como escuela o centro cultural, en lugar de dejarlo en el abandono.
El caso ha suscitado un amplio debate sobre el deterioro de las instituciones estatales en Cuba y la desprotección del patrimonio nacional. Hasta el momento, no ha habido un pronunciamiento oficial sobre lo ocurrido en el ISDI ni sobre las medidas que se tomarán ante esta pérdida. Para muchos, el saqueo de esta emblemática escuela es un reflejo de una tendencia más amplia: la dejadez institucional, la falta de mantenimiento y el creciente riesgo de que otras instituciones educativas y culturales enfrenten el mismo destino.