Primera mujer al volante de un autobús en Las Tunas durante la crisis del transporte.

Lo más Visto

Foto: Maydelín Álvarez /Facebook

Maydelín Álvarez Avilés se ha convertido en la primera mujer en conducir un ómnibus en la provincia de Las Tunas. Su nombre se une a la breve lista de cubanas que logran entrar en un oficio donde aún predominan las limitaciones técnicas, materiales y sociales del país.

En Cuba, la representación femenina en el transporte público sigue siendo escasa. Antes de Maydelín, la artemiseña Idania Perea León había sido reconocida como la primera mujer en ocupar el puesto de conductora en la Empresa de Ómnibus Nacionales, hace más de dos décadas.

La joven tunera celebró su logro en su cuenta de Facebook, donde expresó su agradecimiento a sus padres, amigos y directivos locales. “Hoy puedo afirmar que soy la primera mujer que maneja guaguas en Las Tunas. Confirmo que los sueños no son solo sueños, hay que luchar para alcanzarlos”, publicó.

Su mensaje recibió una gran cantidad de apoyo, felicitaciones y bromas de amigos. “Te quiero ver en una local y que me des botella”, comentó Leonel Avilés, mientras otros usuarios resaltaron su valentía en un entorno laboral complejo y exigente.

“Demuéstrale a Las Tunas y a toda Cuba que las mujeres sí pueden”, escribió el chofer Esteban Manzano, en referencia a los desafíos que significa integrarse en un sistema de transporte marcado por la falta de recursos y la precariedad del parque automotor.

El transporte público en la Isla atraviesa una de sus etapas más críticas en décadas. La falta de piezas, combustible y mantenimiento limita la cantidad de vehículos disponibles y agrava la situación de movilidad en todas las provincias.

En este contexto, la llegada de una mujer al volante no se debe tanto a una política de inclusión como a la necesidad de ocupar vacantes en un servicio que opera con lo mínimo imprescindible.

No obstante, el escaso número de conductoras pone de manifiesto las brechas persistentes en el acceso al empleo y la capacitación técnica, a pesar de los discursos oficiales sobre igualdad de género.

Historias como la de Maydelín evidencian la distancia entre la retórica institucional y la realidad cotidiana. Su logro personal sucede en un entorno laboral donde muchas mujeres enfrentan dificultades para acceder a oficios especializados o mejor remunerados.

La historia de la conducción femenina en Cuba tiene raíces más antiguas, según un informe del medio CiberCuba. A principios del siglo XX, en La Habana, María Calvo y Nodarse, conocida como La Macorina, fue la primera mujer en obtener una licencia de conducción.

Décadas después, Idania Perea León continuó ese legado desde Artemisa, acumulando más de 25 años en la Empresa de Ómnibus Nacionales. Su trayectoria demuestra que la perseverancia femenina no siempre se traduce en reconocimiento, pero sí en resistencia.

Maydelín Álvarez se une a ese camino en un momento donde el transporte público apenas sobrevive. Su historia no es un trofeo ni un destino alcanzado, sino el reflejo de un país donde los logros personales dependen más del esfuerzo individual que de las condiciones que los rodean.

Más Noticias

Últimas Noticias