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Fuentes relacionadas con el sistema militar cubano han confirmado la muerte, en circunstancias aún no aclaradas, de Samuel Sampedro, un joven de 18 años que estaba realizando el servicio militar obligatorio en el Combinado del Este, en La Habana. Este suceso, ocurrido hace dos días, ha causado gran conmoción tanto dentro como fuera del país.
Según una fuente interna de la unidad, Sampedro dejó una carta antes de su fallecimiento, documento que, según esta fuente, estaría siendo ocultado por los oficiales del centro. Se presume que el contenido de la carta podría incluir denuncias sobre situaciones vividas en la institución militar.
Hasta el presente, las autoridades no han proporcionado información oficial a la familia ni sobre las causas del deceso ni sobre el paradero de la supuesta carta. Los familiares del joven exigen una investigación transparente y acceso a toda la documentación relacionada con el caso, ejerciendo su derecho a conocer la verdad.
La noticia se suma a una serie de muertes ocurridas durante el servicio militar en Cuba, un asunto que ha suscitado creciente preocupación social. Solo en agosto de 2025, se reportaron dos fallecimientos de reclutas en menos de una semana, elevando a 16 los casos registrados en lo que iba del año, según informes de medios independientes y organizaciones de derechos humanos.
Los antecedentes son numerosos. Entre diciembre de 2023 y agosto de 2024, al menos cinco jóvenes murieron mientras cumplían el Servicio Militar Activo (SMA). Tres de ellos fueron reportados oficialmente como suicidios: Alain Roberto Lao, Leandro Muñoz Zamora y Flavio Alonso Piedra, todos con edades entre 19 y 21 años. En otros casos, como el de Leodanis Verdecia, la causa de muerte permanece sin esclarecer.
La organización Archivo Cuba (AC) documentó que, en 2023, 11 de las 79 muertes y desapariciones atribuidas al Estado cubano ocurrieron durante el servicio militar. Uno de esos casos fue el de Ernesto Miranda, de 18 años, cuya familia rechazó la versión oficial de suicidio. Entre 2018 y 2023, el mismo organismo registró 24 fallecimientos vinculados a las Fuerzas Armadas Revolucionarias o al SMA.
A estos datos se suman los recopilados por CubaNet, que mantiene una base de información con 31 casos de jóvenes fallecidos durante el servicio militar entre 2005 y 2023. La mayoría de ellos presenta un patrón común: falta de transparencia, silenciamiento institucional y amenazas a las familias para que no denuncien públicamente los hechos.
El caso de Samuel Sampedro reaviva las denuncias sobre el trato que reciben los reclutas en las unidades militares cubanas y la necesidad de una investigación independiente y pública.
