Foto: Periódico Escambray
Ante la gran ola de reacciones generadas por el violento incidente en el que estuvo involucrado, el director del equipo de Sancti Spíritus, Eriel Sánchez, ofreció su testimonio a la periodista Elsa Ramos, del Periódico Escambray.
La reconocida reportera ya había publicado un primer artículo sobre lo que se ha convertido en un tema candente en el béisbol cubano desde el pasado sábado, cuando una discusión entre Sánchez y el comisario técnico Miguel Rojas escaló y resultó en que Rojas fuera hospitalizado con una herida que requirió cinco puntos de sutura.
“Quiero aclarar que no fui yo quien utilizó un bate como se ha dicho. No soy la clase de persona que recurre a un bate para defenderme de Miguel Rojas”, reiteró el timonel de los Gallos, mientras mostraba un evidente arrepentimiento y narraba sin tapujos todos los eventos de aquel desafortunado día, aunque admitió desde el principio que “no voy a justificar nada”.
“No manejo Facebook, pero para informarme lo hice, vi que lo que está ocurriendo es impresionante y considero imprescindible que se escuche mi versión, sin justificar en absoluto lo que ocurrió, ya que no estamos aquí para justificar lo que se hizo mal o lo incorrecto”, añadió.
Detallando el origen de la discusión, que surgió al final del juego entre Sancti Spíritus y La Isla el 27 de septiembre, así como el intento de las autoridades deportivas locales de mediar, Eriel describió cómo se produjo el incidente que resultó en la herida de Rojas.
“Vi a Miguel Rojas entrar a mi oficina. En ningún momento mencionó que íbamos a hablar, (…) el testigo fue el representante de Islazul (…) cuando abre la puerta, va directamente a donde estoy y me dice algo como que está molesto por lo que dijimos sobre nuestras madres. Me da un manotazo, yo reacciono, y él termina golpeándose con una mesa que había allí y se cae”, relató.
“Rojas se levanta con algo en la mano que no supe identificar (…) cuando veo que tiene un objeto, como defensa, tomé un palito que había en la mesa, que es el que usan los lanzadores para estiramientos, lo lanzé y le di en la mano. Al parecer, la punta del palo también le golpeó la cabeza. No puedo confirmar si la herida fue causada por el palo o por la mesa cuando cayó”, explicó.
“Soy consciente de que asumo responsabilidad por la actitud que tuvimos al perder el control y dejar de ser entrenadores, pedagogos y educadores, pero me convertí en un espectáculo en el terreno. Lo demás fue una violación por parte de él a mi privacidad. No planifiqué nada, él vino a agredirme y me defendí”, concluyó.
Finalmente, Sánchez abordó el clamor popular que pide una sanción ejemplar. “Muchos dicen que no debo seguir dirigiendo (…) Creo que deben basarse en los hechos y, si deciden que no deba dirigir más, ellos tienen la autoridad para hacerlo, pero no porque lo digan las redes sociales. No podemos sancionar a Eriel solo porque se pide su cabeza como un escarmiento”.
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