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En la noche del jueves, varios sectores de Centro Habana se transformaron en escenarios de manifestaciones espontáneas debido a los persistentes apagones y la carencia de agua.
La calle Monte fue uno de los epicentros. Allí, decenas de personas se reunieron en un día marcado por el descontento ciudadano y la exigencia de condiciones básicas de vida.
Imágenes y videos que circulan en redes sociales captaron momentos de tensión: vecinos golpeando cacerolas, gritando consignas y encendiendo una fogata improvisada en plena calle. Las intersecciones de Monte con Antón Recio fueron parcialmente bloqueadas por grupos familiares, incluidos niños, que se sentaron en la vía como una forma de protesta.
Testimonios compartidos en redes indican también la participación de residentes del barrio de Los Sitios, quienes afirmaron haber estado sin electricidad ni agua durante toda la jornada.
La situación energética en La Habana y en toda Cuba ha alcanzado niveles críticos. La Empresa Eléctrica de La Habana reportó que el miércoles ocurrió una de las mayores afectaciones recientes, con 296 megavatios fuera del sistema por baja disponibilidad de generación.
Zonas como los bloques 3, 4, 5 y 6 fueron declaradas en emergencia, permaneciendo varias horas sin servicio.
Históricamente priorizada en la distribución eléctrica, la capital ha estado experimentando desde hace semanas cortes prolongados que alteran la rutina diaria. Otros municipios como Lawton y Altahabana también han mostrado signos de descontento en redes, en un contexto de creciente malestar por la falta de soluciones.
Además del problema eléctrico, se suma la escasez de agua potable. Aguas de La Habana ha reconocido daños en la conductora de Cuenca Sur, afectando a varios municipios habaneros. En áreas como El Vedado, vecinos han reportado semanas sin un suministro estable y han tenido que recurrir a pipas privadas a precios elevados.
Las autoridades aún no han proporcionado una fecha concreta para la normalización de ambos servicios. La Empresa Eléctrica ha indicado que la recuperación depende de la capacidad del sistema nacional, mientras la población continúa enfrentando las consecuencias de estas carencias en su vida diaria.
Las manifestaciones de anoche evidencian la creciente preocupación de los ciudadanos ante la incertidumbre. Estas protestas públicas reflejan un punto de inflexión en la tolerancia hacia los apagones y la falta de agua, dos problemas que afectan a miles de familias no solo en la capital cubana, sino en todo el país.