Foto: Archivo CN 360 (Imagen Ilustrativa)
Una agresión violenta contra la directora y un profesor del Instituto Preuniversitario Urbano (IPU) Arístides Viera González, situado en el municipio Playa de La Habana, ha generado alarma en la comunidad educativa y pone de relieve las deficiencias en la seguridad de las escuelas cubanas.
Según un profesor de décimo grado que compartió su relato en un audio difundido en redes sociales, los incidentes comenzaron cuando dos jóvenes de 20 y 21 años, sin vinculación con el centro, intentaron ingresar al plantel desde temprano, pero fueron rechazados por la guardia de turno al ser identificados como externos.
Poco tiempo después, los mismos individuos regresaron al IPU, esta vez vestidos con uniforme escolar. Su táctica dio resultado: lograron entrar mezclándose entre los estudiantes y se dirigieron a un aula de duodécimo grado, donde su presencia fue notada por la profesora del grupo.
Al ser descubiertos, ambos intrusos salieron corriendo por los pasillos, provocando confusión y desorden. Fue en ese momento que el profesor que narró los acontecimientos intentó detenerlos. Conseguió alcanzar a uno de ellos, quien lo golpeó antes de ser inmovilizado. El segundo agresor se interpuso y lo atacó por la espalda.
El caos se intensificó rápidamente. Varios estudiantes se vieron involucrados en la confrontación. La directora del IPU trató de intervenir para controlar la situación, pero también recibió golpes violentos de los intrusos. Según el profesor, ambos atacantes parecían estar bajo los efectos del alcohol u otras sustancias.
A pesar del nivel de violencia, las clases continuaron. La seguridad del centro logró retener a los agresores hasta que las autoridades llegaron para detenerlos. Posteriormente, tanto el profesor como la directora presentaron una denuncia formal en la estación policial de 3ra y 110, en el mismo municipio de Playa.
Una fuente vinculada al centro indicó que el incidente podría estar relacionado con problemas de drogas. «Ese pre tiene un gran problema de drogas, y los dos chicos que agredieron a la directora fueron allí a reclamar algo», argumentó.
Hasta el cierre de esta nota, ni el Ministerio de Educación ni las autoridades locales han ofrecido declaraciones oficiales. No obstante, el incidente reaviva el debate sobre la seguridad en los centros escolares, el consumo de drogas entre los jóvenes y la capacidad de respuesta institucional ante actos de violencia en el ámbito educativo.
