Foto: X
Alligator Alcatraz, el polémico centro de detención de inmigrantes ubicado en los Everglades de Florida, seguirá operativo tras una decisión crucial tomada este jueves por un tribunal federal de apelaciones. Esta orden revierte temporalmente el fallo de una jueza que había mandado su cierre inmediato debido a irregularidades medioambientales.
La jueza federal Kathleen Williams, radicada en Miami, había dictado el mes pasado una resolución que pedía el desmantelamiento del centro antes de que finalizara octubre. Su decisión fue resultado de una demanda presentada por organizaciones ambientalistas y la tribu indígena Miccosukee, quienes denunciaron la ausencia de estudios de impacto ambiental en una zona de significativo valor ecológico.
No obstante, el panel de apelaciones del 11º Circuito, con sede en Atlanta, votó 2 a 1 a favor de suspender temporalmente esa orden. La medida, reportada por la agencia AP, detiene tanto la transferencia de detenidos como la remoción de cercas y equipamiento del lugar.
El fiscal general de Florida, James Uthmeier, describió el fallo como “una victoria para Florida y para la agenda del presidente Donald Trump”. En su cuenta oficial en X (anteriormente Twitter), afirmó que la jueza Williams no podrá proseguir con el proceso judicial mientras la apelación esté activa.
El gobernador Ron DeSantis también celebró la decisión, afirmando que “Alligator Alcatraz está, como siempre mencionamos, abierto para los negocios”. Justificó la continuidad del centro como una medida necesaria ante una “crisis migratoria sin precedentes”.
Las autoridades de Florida argumentan que cerrar el centro costaría entre 15 y 20 millones de dólares a los contribuyentes. Además, sostienen que cerrar esta instalación limitaría drásticamente la capacidad operativa del estado para procesar a migrantes detenidos.
Por otro lado, las organizaciones demandantes advierten que la instalación representa un riesgo para ecosistemas frágiles del sur de Florida. A pesar del revés judicial, Friends of the Everglades, el Center for Biological Diversity y la tribu Miccosukee mantienen su oposición a la operación del centro.
Paralelamente, el gobierno de Donald Trump ha retomado medidas más severas contra la migración irregular. Según AP, algunos de los detenidos del ICE han comenzado a ser trasladados a una zona reactivada dentro de la Penitenciaría Estatal de Luisiana, conocida como Angola, uno de los cárceles más duros del país.