Foto: Kathy Hutchins | Shutterstock
Texto: Fede Gayardo
El cantante puertorriqueño Rauw Alejandro ha manifestado su deseo de actuar “un día” en escenarios de Cuba y Venezuela, donde sabe que su música es esperada con entusiasmo.
Mediante una publicación en su cuenta de X, el artista compartió su anhelo: “Ojalá un día poder cantar en Cuba y Venezuela, sin que nada, ni nadie sea un impedimento. Tanta cultura y tantas cosas bonitas que nos han dado ustedes, deseando algún día poder verlos”.
La publicación, acompañada de las banderas de ambos países y un corazón azul, generó miles de interacciones en pocas horas, provocando una ola de respuestas emocionadas desde la región.
ojala un día poder cantar en Cuba y Venezuela, sin que nada, ni nadie sea un impedimento. Tanta cultura y tantas cosas bonitas que nos han dado ustedes, deseando algún día poder verlos 🇨🇺 🇻🇪 💙
— RAÚL (@rauwalejandro) September 5, 2025
Numerosos usuarios compartieron reacciones que combinan gratitud, esperanza y exigencias de libertad, como “muchas gracias hermano. Venezuela y Cuba serán libres y vas a cantar en los dos países, en libertad” o “Qué lindo escucharte hablar así de mi Cuba. Nos encantaría vivir y disfrutar todo lo que vemos en tus shows por el mundo. Eso es algo que siempre he soñado. Qué lindo y qué buen corazón tienes”.
Para los cubanos, el gesto tiene un valor que trasciende lo simbólico; es la posibilidad de presenciar en vivo a un artista que celebra los rasgos de la cultura caribeña que ellos mismos han cultivado, además de ser una señal de que, si las condiciones del país cambian, la Isla podría volver a ser un destino indispensable para grandes artistas en sus giras.
Desde la perspectiva de un artista de renombre como Rauw, expresar esa voluntad públicamente es tanto un guiño a sus seguidores como una declaración de principios, ya que la música debería poder cruzar fronteras sin ser sofocada por la política.
Sin embargo, queda la incógnita práctica: ¿cómo y cuándo podría hacerse realidad? Esto claramente depende de factores ajenos al deseo del intérprete, como acuerdos con promotores, permisos gubernamentales y, sobre todo, del ritmo de los cambios sociales y políticos en cada nación.
Mientras tanto, el mensaje de Rauw se convierte en un motor emocional para fans y artistas, tanto dentro como fuera de la Isla. Es una promesa de un futuro posible, alimentada por la cultura compartida y el deseo de normalizar lo que hoy parece excepcional.
