Foto: Yosmany Mayeta Labrada | Facebook
Texto: Fede Gayardo
El periodista cubano Enrique Pérez Fumero fue dado de alta después de 32 días de hospitalización y ha regresado a su hogar en Santiago de Cuba, tras ser víctima de un ataque que lo dejó gravemente herido.
De acuerdo con su colega, Yosmany Mayeta Labrada, quien ha seguido de cerca la situación, el papel desempeñado por la familia al denunciar públicamente lo ocurrido fue fundamental, ya que facilitó la obtención de atención médica prioritaria y la presencia constante de personal de enfermería.
Estos beneficios, según la misma fuente, no siempre están al alcance de muchos cubanos que enfrentan situaciones de violencia similares, carentes de la visibilidad mediática y del apoyo institucional necesarios.
Luego del asalto, Fumero tuvo que pasar por varias intervenciones y tratamientos, con vigilancia continua y cuidados especializados para recuperar su movilidad y fuerza. Médicos y familiares coinciden en que cada pequeño progreso es de gran importancia. También subrayaron que la paciencia y el acompañamiento serán cruciales en las semanas y meses venideros.
Por su parte, Mayeta enfatizó que, más allá del dramatismo que a menudo rodea a casos muy visibles, es esencial exigir una información clara y responsable en Cuba, que refleje tanto las víctimas reconocidas públicamente como aquellas que son anónimas.
El regreso de Enrique a su hogar brinda esperanza a quienes han seguido su caso y simboliza la resistencia de quienes ejercen el periodismo ante la agresión, la efectividad de la denuncia pública y el impacto del apoyo familiar. Su recuperación, aunque lenta, es constante; cada pequeño avance es una victoria frente a la violencia.
Enrique continuará bajo supervisión médica. Su regreso marca el comienzo de una nueva etapa que traerá también nuevos desafíos en su vida personal y profesional, pero que sin duda le permitirá recuperar su rutina tras este tumultuoso periodo.
