Ministro cubano admite que la basura «se encuentra esparcida por toda La Habana»

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Foto: Cuba Noticias 360

Texto: Fede Gayardo

El ministro de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), Armando Rodríguez Batista, alertó sobre la gravedad de la acumulación y dispersión de residuos sólidos en la capital cubana, reconociendo que “hoy, esa basura no está contenida: está esparcida por toda La Habana”.

A través de una publicación en su perfil en Facebook, el directivo amplió que “las lluvias de estos días han traído evidencias. Han desvelado, además de los montes de basura que, como testigos silenciosos de nuestra inercia, se acumulaban en esquinas, solares y márgenes”, señaló el titular. Según explicó, los desechos ya no permanecen contenidos, sino que “flotan en zanjas, se adhieren a aceras, se mezclan con el lodo y con la vida”.

Rodríguez Batista enfatizó que la situación en la capital constituye “un fenómeno de riesgo múltiple: sanitario, ambiental, social, espiritual”. Entre los principales peligros mencionó los brotes infecciosos, la proliferación de vectores, la contaminación de fuentes de agua y el deterioro de la infraestructura urbana.

El ministro recordó que el problema de la basura no puede ser reducido solo a la recogida. “La gestión integral de los residuos no es simplemente una cuestión de recolección. Es una cuestión de cultura, normativa legal, economía, ciencia aplicada. No es suficiente con poner más camiones, más contenedores, más brigadas (que no tenemos). Eso es urgente, sin duda. Pero lo verdaderamente transformador será fomentar experiencias de economía circular”, afirmó.

En esa línea, insistió en la necesidad de impulsar soluciones que conviertan los residuos en recursos: “Donde el plástico se recicle, el orgánico se composte, el cartón se reutilice, y el ciudadano se involucre”.

El titular del CITMA también reconoció que el problema no se presenta de la misma forma en todo el país. Según comentó, “hay territorios que han logrado articular soluciones comunitarias, emprendimientos locales, alianzas con universidades y centros de investigación. Hay municipios que han apostado por la innovación social, la educación ambiental y la corresponsabilidad”.

Ante este panorama, Rodríguez Batista lanzó un llamado a la acción: “¿Por qué no replicar esas experiencias en la capital? ¿Por qué no convertir La Habana en un laboratorio vivo de transición hacia la circularidad?”.

Este agosto, las autoridades de Servicios Comunales en La Habana responsabilizaron a la ciudadanía por la crítica situación de los residuos sólidos en la capital. En declaraciones al medio estatal Cubadebate, el director provincial del organismo, Mariano Suárez del Villar Farrés, afirmó que los habitantes destruyen, sustraen o reutilizan los contenedores destinados a la recogida de basura, lo que agrava el problema.

Sin reconocer el colapso del sistema, el funcionario señaló que los tanques se utilizan para fabricar objetos domésticos: “lo mismo para hacer pozuelos, que palitos de tendedera, o se entierran y convierten en tanques de agua”. Esta afirmación refleja una visión oficialista que desvía la atención de la gestión estatal hacia comportamientos individuales.

La Habana genera cerca de 30 mil metros cúbicos de basura diariamente y, según Suárez del Villar, serían necesarios al menos 30 mil contenedores nuevos cada año. Sin embargo, la Unión de Industria Militar apenas podrá entregar 12 mil durante 2025.

La falta de tanques no es el factor principal que ha agudizado esta crisis de residuos. La recogida de desechos, por ejemplo, se ve paralizada por la escasez de camiones operativos y de piezas de repuesto. A pesar de que se afirma que el combustible está garantizado, el servicio no cubre de manera regular los 15 municipios de la capital. En barrios como Centro Habana, los residuos se acumulan por semanas. Las evidencias son cada vez más visibles en las redes sociales.

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