Foto: RL Hevia (Imagen Ilustrativa)
La cadena Tiendas Caribe ha anunciado la reapertura del punto de venta Tulipán, situado en la esquina de Boyeros y Tulipán, en el municipio Plaza de la Revolución. Este establecimiento ha sido presentado como un “mercado de nuevo tipo”, con estanterías llenas de alimentos, bebidas y productos de aseo.
En una promoción difundida en redes sociales, la empresa destacó que el local llega “renovado y mejorado”, buscando ofrecer una nueva experiencia de compra para las familias cubanas. Las imágenes compartidas mostraron pasillos abastecidos y la energía del equipo laboral, lo que generó mensajes de felicitación de algunos clientes.
Sin embargo, el entusiasmo fue efímero. Los comentarios en línea se centraron en una misma inconformidad: las ventas se realizan en dólares estadounidenses, moneda a la que la mayoría de los ciudadanos no tiene acceso directo a través de sus salarios. Esta controversia terminó por opacar la celebración inicial.
Un internauta resumió el descontento con claridad: “Muy buen trabajo, muy linda la promoción, les quedó excelente, una sola cosa: si la moneda en que venden es en USD, entonces no es pensando en mí ni en mi familia porque a mí no me pagan en esa moneda, ni la recibo. Es una burla”.
La reapertura del mercado Tulipán resaltó un problema más amplio: la creciente desigualdad entre quienes reciben remesas en divisas y quienes dependen exclusivamente de los ingresos en pesos cubanos. En redes sociales, varios usuarios lo expresaron de forma contundente: “Muy bonito y todo, pero aquí es donde vemos la desigualdad”; “Para ese amplio surtido se necesita una buena cantidad de dólares que muchas personas no tienen y, por supuesto, no pueden comprar allí”.
Estas manifestaciones reflejan un descontento generalizado con un modelo de tiendas que excluye a quienes no reciben divisas desde el exterior.
A pesar de las quejas, también hubo mensajes de reconocimiento hacia el esfuerzo de los trabajadores del centro comercial. Algunos clientes valoraron la presentación del mercado y felicitaron a su personal. Sin embargo, estas voces positivas fueron minoritarias ante la frustración predominante. Como comentó un internauta: “Todo muy bonito y bueno. Pero ¿dónde está el dinero? Si no te lo mandan, solo puedes ver la publicación”.
La discusión concluyó con una idea común: la necesidad de alternativas en moneda nacional. Entre ironías y reclamos, un usuario hizo una demanda concreta: “¿Por qué no ponen una igual a esa en nuestra moneda con precios módicos para ancianos?”. La reapertura de Tulipán recordó que el fondo del problema sigue siendo el acceso desigual a lo más básico.