Texto: Hugo León
Foto: Andrea Raffin | Shutterstock
El actor, director y activista Robert Redford, una de las figuras más emblemáticas del cine estadounidense del siglo XX, falleció a los 89 años en su hogar de Sundance, Utah, rodeado de sus seres queridos, según lo confirmó su publicista.
Hasta el momento, no se ha dado a conocer la causa oficial de su deceso; sin embargo, se ha corroborado una abundante reacción en el ámbito cinematográfico y en las redes sociales tras la pérdida de una figura tan importante.
Nacido en 1936 en Santa Mónica, California, Redford alcanzó la fama mundial con cintas que han dejado huella en varias generaciones, como Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969), The Sting (1973) y All the President’s Men (1976).
Su imagen de ícono rubio y rebelde lo posicionó como uno de los actores más taquilleros de su época, pero él no se conformó con la fama efímera; su ambición artística lo llevó a trascender más allá de la actuación, iniciando su carrera como director.
Su debut como director tuvo lugar con Ordinary People, una película que logró cuatro premios Óscar, entre ellos el de Mejor Película y el de Mejor Director para él.
La diversidad de intereses de Redford como director, abarcando desde dramas familiares y epopeyas rurales hasta narrativas políticas y sociales con un profundo sentido moral, lo llevaron a liderar múltiples producciones, como The Milagro Beanfield War de 1988, que ganó varios premios internacionales; A River Runs Through It de 1992, que le valió un Óscar a la Mejor Fotografía; y Quiz Show dos años después, que le otorgó cuatro nominaciones a los Óscar.
Después del año 2000, continuó dirigiendo y, en 2007, presentó un drama político sobre la guerra en Afganistán, con dos gigantes del cine, Meryl Streep y Tom Cruise, en los papeles principales.
A lo largo de su carrera, Redford se consolidó como un conector entre el cine comercial y el independiente. Su apuesta por este último lo llevó a fundar en 1981 el Festival de Sundance, que con los años se transformó en la plataforma más influyente para cineastas emergentes de todo el mundo.
Más allá de su labor en la pantalla, Redford se destacó como activista ambiental y defensor de diversas causas sociales. Durante décadas, promovió campañas para la conservación de espacios naturales en Estados Unidos y colaboró con organizaciones internacionales en temas de sostenibilidad y derechos humanos.
Aunque en 2018 anunció su retiro de la actuación, sorprendió al público en marzo de 2025 con una breve aparición en la serie Dark Winds, de la cual era productor ejecutivo. Ese cameo marcó su despedida definitiva frente a las cámaras.
Con su partida, el cine estadounidense pierde a un referente indiscutible. Redford deja un legado de películas memorables y una transformación del cine independiente gracias al festival que creó.