Texto: Hugo León
Foto: Shutterstock
Este domingo, un gran número de familias cubanas se agruparon frente al icónico restaurante Versailles en Miami, para pedir al presidente Donald Trump que levante el Travel Ban, una medida que tiene paralizados la mayoría de los procesos de reunificación familiar.
Los manifestantes señalaron que esta política es “inhumana” porque impide el reencuentro de niños, abuelos y padres con sus seres queridos en Estados Unidos, a pesar de que han realizado los trámites legalmente, esperando años y cumpliendo con estrictos requisitos migratorios.
Los solicitantes exigieron, ante medios del sur de Florida, que se excluyan las categorías de reunificación familiar de este veto migratorio.
Asimismo, recordaron que este programa migratorio ya enfrenta demoras significativas y rigurosas verificaciones. Quienes inician el proceso deben contar con un patrocinador económico validado y pasar entrevistas diplomáticas antes de recibir la aprobación.
Durante la manifestación, varios participantes coincidieron en que continuarán levantando su voz mientras el veto siga vigente, pues su demanda trasciende la política: son miles de familias separadas que solo desean estar juntas.
El Travel Ban, que está en vigor desde junio tras la negativa del gobierno cubano a aceptar la repatriación de ciudadanos con órdenes de deportación, solo contempla excepciones para familiares inmediatos de ciudadanos estadounidenses: cónyuges, padres e hijos menores. Miles de beneficiarios de visas de reunificación quedan excluidos, a pesar de haber cumplido con todas las exigencias legales.
Como resultado, se han detenido o incluso negado cientos de peticiones de reunificación familiar de cubanos, luego de años de espera y de haber seguido todos los pasos legales requeridos por el gobierno de EE. UU.
Para muchos abogados de inmigración, el Travel Ban representa un tipo de castigo que no impacta directamente al gobierno cubano, sino a miles de familias en la isla.
Diversos despachos de abogados en el sur de Florida han señalado que esta medida es un severo castigo, ajeno a temas de seguridad nacional, que en última instancia solo deja atrapados a miles de solicitantes que ya han cumplido con cada etapa del proceso.